¿ Y los miles de empleos ?

Han transcurrido más de 75 días desde que entró en vigor la reforma a la Ley Federal del Trabajo y no se ven, por ningún lado, los supuestos beneficios, ni los miles de empleos prometidos por legisladores federales que avalaron e impulsaron modificaciones a las normas del trabajo. El presidente Enrique Peña Nieto y los legisladores se congratularon cuando se hicieron los cambios a la ley, hace meses, y afirmaron que ahora sí habría mucho empleo en México con la reforma, ¿qué paso con los miles de empleos, dónde están los espacios de trabajo? ¿Qué no decían que era por la ley laboral por lo cual no se generaban más fuentes de trabajo? Según datos del Inegi, Sinaloa ha perdido espacios laborales y sus trabajadores han mermado su capacidad de compra. Somos uno de los estados donde menos ganan los empleados y donde más se notan los contrastes, porque tenemos una docena de grandes empresas muy prósperas, agricultores y empresarios en bonanza que figuran dentro de los más grandes del país, pero que pagan salarios precarios a quienes les ayudan a crecer sus negocios.
Privatización ¿o los sofismas de la izquierda?
Bernardo Ardavín Migoni (yoinfluyo.com)
Debemos cuestionarnos si pueden alegarse, válidamente, los sofismas dizque nacionalistas para mantener el saqueo de las riquezas nacionales para beneficiar principalmente a algunos miembros de la “familia revolucionaria”. Han sido Pemex y su sindicato uno de los factores de la estructura corporativista que le permitió retener el poder durante setenta y dos años en el Siglo XX. Sin duda, le han ayudado hoy a regresar al poder en la segunda alternancia de la Presidencia a lo largo de casi un siglo. Las razones de fondo para este desorden inconmensurable que ha beneficiado a unos cuantos, son de índole política, política y política. Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, el hijo del general que expropió a los extranjeros la industria petrolera, ahora miembro del PRD -no del PRI de donde salió, aunque no por ello ajeno a los intereses de la “familia revolucionaria”- se ha pronunciado por dar autonomía de gestión y financiera a Pemex para que sea más productiva. El gobierno de Peña Nieto parece sostener, con firmeza, la necesidad de la reforma energética, es decir de Pemex, a pesar de la resistencia del PRI a esos cambios durante los doce años de gestiones panistas, misma que se puede documentar profusamente. Desde el periodo de transición ya como presidente electo, Enrique Peña Nieto sostuvo en Berlín, en reunión privada con empresarios alemanes, que México no podría retrasar por más tiempo la modernización del sector energético y adujo a favor de su reflexión la experiencia de países como Brasil y Colombia. Después de la toma de posesión del nuevo gobierno, el Secretario de Hacienda Luis Videgaray Caso, uno de los principales operadores del presidente Peña Nieto, ha reiterado en varias ocasiones que la reforma energética deberá ser presentada y aprobada en este año. Así lo hizo, por ejemplo, en la Conferencia Anual de Directores de Empresas de América Latina, en enero. También lo aseguró ante el Foro Económico Mundial (WEF) de Davos. El dirigente nacional del PRI, César Camacho Quiroz, ha afirmado que su partido modificará sus documentos básicos para aceptar mayor inversión privada en Pemex. El coordinador de los senadores del PRI, Emilio Gamboa, dijo que el primer periodo de sesiones sería difícil y con mucho trabajo porque incluiría las reformas: energética y hacendaria -que incluyen la apertura de Pemex y la modificación del IVA-. El líder de los diputados del PRI, Manlio Fabio Beltrones dijo que era necesario revisar los documentos del partido, sin dogmas ni tabúes. Y que la reforma energética no es para privatizar Pemex. El obstáculo mayor a la reforma de Pemex está constituido por grupos de “izquierda” que se expresan con diversos tonos, desde la negativa tajante y sin concesiones de MORENA con AMLO y Manuel Bartlet del PT, pasando por la disposición a analizar el asunto y encontrar alguna forma de lograr el saneamiento de la paraestatal para beneficio de todos los mexicanos -desde luego sin “privatizarlo”-, adoptada por el líder del PRD en la Cámara de Diputados Miguel Barbosa, por el presidente de ese partido, Jesús Zambrano que firmó el Pacto por México que contiene la reforma energética, hasta llegar a la posición del expresidente del partido Jesús Ortega que ha apoyado abiertamente la participación del partido para lograr la reforma energética.
18 de Febrero de 2013
Coppel es un ejemplo de ello, Homex y Sukarne, también. En Sinaloa se han perdido fuentes de empleo, grandes corporaciones, como Homex, están corriendo personal, han despedido a empleados de muchos años de servicio, y ni siquiera una liquidación les ofrecen. ¿Pero qué importa eso a legisladores y gobernantes? Han de pensar que es problema privado, donde no deben ni pueden intervenir, y eso en parte es cierto; el asunto es que se acaban de realizar los cambios a la ley, y lo que no dijeron es que, ahora con la reforma, los trabajadores despedidos recibirán menos liquidaciones. Los diputados engañaron a sus representados diciéndoles que habría más empleos, pero nunca les aclararon que ahora sería más fácil y más barato despedirlos de su trabajo.
Es común en México que las autoridades engañen a los gobernados, que prometan transformaciones que no se dan, que anuncien beneficios que a la hora de la hora no llegan, que impulsen cambios con los que se retrocede, y que los que prometen cambiar para mejorar, después ni se ocupan ni preocupan por los retrocesos.
¿O ustedes creen que anden preocupados
por la falta de empleos y los bajos salarios que reciben los sinaloenses, los diputados Sergio Torres, Jesús Valdés, "Ponchín" Inzunza, Francisca Corrales, entre otros, que impulsaron los cambios a la ley del trabajo? El primero andaba en París, dicen que descansando antes de la contienda interna del PRI por la alcaldía de Culiacán, porque será un 'esfuerzo', sobre todo porque mientras Torres andaba en los Campos Elíseos, el diputado local Cenovio Ruiz, 'amorosamente' le disputaba terreno, ya que ambos, al igual que la diputada Rosa Elena Millán, pretenden gobernar a los culiacanenses.
Aspirantes sobran, engaños y promesas de cambio, también; lo que falta son legisladores honestos, gobernantes que cumplan y políticos que recuerden que la gran mayoría de los mexicanos y los sinaloenses son trabajadores que ocupan ganar y vivir mejor. ¿o no?