No hay nada más preciado para el ser humano que sus derechos, y de ellos el de la libertad es sin duda el que tiene más presente, aunque no sea el más importante (no podemos tener verdadera libertad sin vida, sin alimento, sin educación, etcétera), sin embargo, poco reflexionamos sobre las condiciones y consecuencias que deben existir para ejercer esos derechos… ¡las obligaciones!
Asociada a cada derecho, existe al menos una obligación, el derecho a la vida trae la obligación de respetarla, el derecho al trabajo trae la obligación de cumplirlo, el derecho a la educación tiene la obligación de estudiar; pues el derecho a la libertad conlleva la obligación de la responsabilidad. Ejercer la libertad sin medir las consecuencias genera necesariamente malestar, tanto en lo personal como en lo social. Si queremos escuchar música, y en el uso de nuestra libertad la ponemos al máximo volumen, van a ocurrir dos cosas: primero vamos a generar el malestar de los que nos rodean y después vamos a causar graves daños a nuestro sistema auditivo.
Algo parecido les pasó a los que libremente decidieron organizar los desmanes en la ciudad de México, violaron la ley y están pagando las consecuencias.