Las finanzas nacionales son un problema, particularmente lo que se refiere al ingreso del gobierno, ya que éste depende fundamentalmente de lo recaudado a través de los impuestos. Desde tiempos del ex presidente Zedillo se ha planteado la necesidad de ampliar la base de contribuyentes y, sin duda, una de las formas más sencillas y eficientes de hacerlo es gravar el consumo, no la producción. Pero por ciertas artes ocultas, en México hay productos que no pagan el IVA: alimentos, medicinas y libros, fundamentalmente. Esto hace que un impuesto muy sencillo de cobrar, se vuelva un poco complejo; imagine usted a los grupos comerciales que venden productos que pagan IVA y otros que no lo pagan. ¿Están exentos de IVA o no?, entonces entran los contadores y los abogados fiscalistas, encuentran las grietas legales y escamotean millones de pesos en impuestos al gobierno federal. ¿La solución?, eliminar las exenciones del IVA, ¿por qué no se ha hecho?, fácil: los partidos argumentan que son responsables ante los miles de consumidores, especialmente los más pobres. Lo curioso es que lo son cuando están en la oposición, no cuando están en el gobierno. Así, el PRI propuso el cambio al IVA en alimentos y medicinas en la segunda mitad del sexenio zedillista, lo rechazaron los panistas y priistas; lo volvió a proponer el gobierno de Fox, entonces en manos del PAN, lo rechazaron los priistas aunque ya había un acuerdo, esto le costó la chamba a Elba Ester que era coordinadora de los diputados y fue sustituida por el actual Secretario de Educación; el PRI cambió sus estatutos para no poder aprobar IVA a alimentos y medicinas, por lo que Calderón no lo propuso. Ahora, volverán a cambiar sus estatutos para permitir el cambio al IVA, pero el PAN volverá a aliarse con el PRD para impedir la reforma. Esa es la seriedad de nuestros diputados… ¿el país?, les importa un bledo.