El centro de ciencias 20 años despues, pero son D Artagnan

cienciasCULIACÁN.- Ciencia o ficción, aventura u osadía, siempre al servicio de un ideal, el Centro de Ciencias de Sinaloa es hoy, una realidad anticipada de la era del conocimiento. Nació como un empeño político, se configuró con cuanto era posible resumir los potenciales de la instrucción y para propalar las vocaciones en las nuevas generaciones hacia ámbitos de desarrollo que revelen sus talentos. Y como herramienta del lucimiento político, ha cumplido los primeros veinte años con renovada tentación de seguirse sosteniendo en las aventuras de la investigación y la innovación. Como en la trilogía de Los Tres Mosqueteros, de Alejandro Dumas (s XIX), los Veinte Años se muestran con renovada pasión por la aventura; pero a diferencia de la novela, estos veinte años ya no cuentan con el D´Artagnan que liderara al grupo de los bravos espadachines. En efecto, de los dos genios que hicieron posible su realización: del visionario arquitecto Antonio Toca Fernandez, y del diseñador científico José Gaxiola López, no hay rastro en la crónica reciente; todo reconocimiento al político que lo decidió. Si fuésemos más analíticos, sólo en pos de la verdad histórica, habría que hacer un balance entre lo que inicialmente se proyectó en sus contenidos, y lo que ahora dos décadas después ha ocurrido con tres administraciones gubernamentales, con lo que podríamos evaluar el éxito alcanzado y lo mucho que faltaría por hacer. Y se tendría que empezar por el diagnóstico de los propósitos con que fue creado.