Se acerca la hora de navegar por aguas procelosas

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Columna de 9 de Octubre del 2018

Jorge Miguel Ramírez Pérez

Las revoluciones no pegan hoy en día por la sencilla razón de que no se puede desmantelar todo el aparato de gobierno que está establecido, porque está agarrado a la economía no solo de los empresarios que son los que de alguna manera sacan ventajas adicionales, sino a las actividades de toda la gente; y lo que es más complicado a las actividades económicas incluso de otras latitudes, porque así es como funciona la economía –mundo tal como la define un teórico de la izquierda: Emmanuel Wallerstein, que demuestra que independientemente del sistema político, con raíces y operación de campo cotidiana de tipo socialista, de todas maneras, no solo no se escapa de esa maraña un país de esa clasificación, sino hasta se convierte en el puntal de capitalismo trasnacional, como es el caso de China; la muestra más notable de que las incompatibilidades de ayer, se conjugan con lo que sería materialmente imposible desde el punto de vista del marxismo común.

Y aquí, la cuarta transformación empieza a tener dificultades serias para arrancar como quisiera el próximo presidente de México, López Obrador, porque las categorías del materialismo concreto de Karel Kosík, no se dan en el suelo azteca, pero tampoco en suelos esquimales o maorís. Porque esa melodía antes tan ensayada en el plano de la nube, es decir de un discurso donde hay más de querer que de poder; requiere de instrumentos viejos de los que ya no se fabrican o sencillamente de instrumentos que nunca han existido.

Y muchos de los mas exaltados tienen que conformarse con hacer el pedacito de esa cuarta transformación, desde enfoques realistas y pretendidamente eficaces, para no quedarse en la penumbra del aprobación ciudadana, que se da cuenta que por lógica la imaginación es mas poderosa para abarcar la mente, pero débil para transformar la realidad sin los medios, que es por demás es decir que se los llevaron los que todavía detentan el poder.

Ese capítulo que es de la venganzas apenas comienza y por eso las órdenes de aprehensión de la PGR contra ex funcionarios duartistas. Son también el castigo con los que se arreglaron con el poder estatal, aventando a su exjefe que por la parte de Peña, está del otro lado con la sanción leve para lo cometido. Ese pacto mayor de complicidades alcanza a los listillos, que entran en la dinámica del llanto y el crujir de dientes; porque nadie se va impune lo que se llama impune, en un circo como el nacional, menos en los circos de los estados donde dejaron temblando las arcas.

No hay excepciones. Y se verá.

Y es así, como lo que se hace en lo aparentemente constructivo es tratar de reducir un poco el gasto corriente de como se venía ejerciendo, no como se creía tan fácil; pero algo podrán hacer, castigando a los depredadores aunque digan que hay arreglo; y a la vez, buscando que lo que se proponen sea realista y no draconiano.

Porque todos los días salen las notas de los funcionarios que todavía no se sientan, y ya tienen que echarse para atrás porque no se puede abarcar mucho con menos gente; y gente que cree, que no se trabaja sino nada más se cobra.

Eso de operar sin adentrarse en los procedimientos legales y administrativos que deben cambiarse, no es posible.

La tarea es de romanos porque todo el andamiaje que se quiere cambiar está plasmado en diversas leyes e instituciones, y que para derogarlas es laborioso, porque lo que se proponga para sustituir a la vez, deben tener armonía o congruencia general, para no caer en el caos que es muy fácil; y sucumbir en la medida que se desconocen los temas.

Entonces en cada tema hay que ofrecer algo mejor de lo que se hacía, pero a la vez innovaciones; porque mejorar, es sencillamente una mecánica que se realiza cuando gana el mismo partido, es decir cuando repiten los mismos y entonces no pueden descalificar a los de antes y solo les queda el camino de repetir lo mismo con la falsa promesa de "hacerlo mejor", lo que además es una salida falsa, porque cuantas veces el PRI prometió hacer las cosas mejor y no cumplió.

Incluso lo mismo se aplica al PAN que tuvo en el gobierno federal doce años para demostrar que le entendía al diseño y operación de un sistema nuevo y lamentablemente, no pudieron ni siquiera meter a la cárcel gente, que había abusado del poder y casos de peculado que no procedieron, aún con toda esa burocracia de contralores caros que en realidad son tapaderas de los latrocinios.

Esa cuarta transformación tiene que venir con justicia efectiva para los que mal han hecho, y convertirse en un instrumento constructivo, porque la gente está esperando mucho más; ya desde ahora incluso, y tienen la ilusión de que la esperanza es lo último que muere, aunque rezumban las palabras de Gómez Morín que decía: " que no haya ilusos para que no haya desilusionados".