La despedida del año viejo y la bienvenida al año nuevo van acompañados casi siempre de buenos propósitos relacionados al ambiento de la salud, familia, trabajo, escuela, amigos, etc.
Tenemos hasta expertos que nos sugieren como llevar a buen término estos muy importantes propósitos, sin demeritar su aportación con respecto a la guía que nos proporcionan, comparto con ustedes parte de la homilía que escuché en la misa de fin de año.
No existe guía más saludable para nuestros propósitos de año nuevo como la autoestima generada de sabernos y asumirnos como hijos de Dios, la dignidad que nos proporciona como personas únicas, valiosas , bellas e irremplazables nos debería bastar para llevar a cabo la mayoría de nuestras metas.
Por supuesto que habrá algún tropiezo en el camino ¡como no tenerlos! no somos infalibles, pero si nuestro ser está en sintonía con aquello que nos proporciona equilibrio, el volver a retomarlo no será tan difícil, incluso lo haremos hasta con nuevos y renovados bríos.
Así que manos a la obra comencemos a fundamentar nuestra autoestima en aquello que nos es provechoso para nuestra vida y veremos los resultados, ANIMENSE ES LA MEJOR RECETA PARA ESTE AÑO.