Escándalo político en Michoacán deja mal parado al gobierno

Rodrigo Iván Cortés (yoinfluyo.com)

Pongamos dos ejemplos, uno de un ámbito federal, otro de un ámbito local.

Primero está el escándalo del que fuera coordinador de diputados de la bancada del PAN en la Cámara de Diputados. Villareal, y algunos de sus compañeros del grupo parlamentario que son captados en imágenes que los dejan muy mal parados, en una fiesta con damas que no eran sus esposas, es un escándalo.

Es algo que está mal; sí, está mal. Villareal asumió que eso era un error, pidió disculpas públicas y sale de ahí. Nada más que este escándalo dejó en otro plano un escándalo mayor, que es el caso de Michoacán, en donde van saliendo una serie de vídeos en los cuales se deja ver que la Tuta, terrible criminal michoacano, subordina a una serie de políticos y, en especial, presidentas municipales.

Se ve cómo este hombre adquiere los poderes para repartir herencias, como para distribuir bienes de personas, como para ver porcentajes que se les tiene que cobrar a las personas que trabajan en un determinado municipio. Y esto deja ver un escándalo que puede ser mucho mayor en daño, en términos político estatales, que en la situación en la que fue captado el coordinador del PAN y algunos de sus compañeros.

Acá estamos hablando de una subordinación del poder político al poder criminal, de una reverencia a una figura tan dañina como es “La Tuta”. Esto deja muy mal parado no sólo al estado de Michoacán y los municipios involucrados; deja muy mal parado también al gobierno y al partido en el poder, que les vino bastante bien como es que se hizo el escándalo mediático con el del PAN.