No es una Conspiración, es contaminación

medio-ambienteJorge Miguel Ramírez Pérez

Es cierto que Green Peace es una organización que ataca los problemas de la contaminación, enfatizando su trabajo en el tercer mundo; y también en naciones, que hasta podría decirse compiten con Estados Unidos en ciertas ramas productivas que son contaminantes. A esos competidores les echan toda la caballería, que para algunos es excesiva, en comparación con el combate que hacen a la contaminación en Estados Unidos.

Por eso los críticos piensan que esta ONG es una arma de la potencia, porque no se ve neutral y no es pareja con todos los depredadores ambientales. Pero la percepción tal parece que abona a su favor, porque a la hora de la verdad son los datos los que tienen más peso y aún si fuera su labor de zapa; cuando las pruebas se muestran, se cae la teoría conspirativa y surge un planteamiento escabroso que muestra agudas repercusiones locales, nacionales e internacionales. Y contra los datos duros no se puede hacer mucho, en defensa de los que se autonombran como bien intencionados.

Y es que una investigación de Green Peace, contra las autoridades sanitarias léase Cofepris, saca de golpe y porrazo al doctor Narro, jefe de la secretaría de Salud y de la dependencia mencionada que está en su organigrama; de sus pretensiones desorbitadas por querer ser candidato a la presidencia de México. Porque precandidato lo es, desde que fue incluido en el discurso sibilino, del líder priísta del senado, Gamboa Patrón quien marcó la pauta, para según esto definir quienes de parte del su partido tenían boleto para pelear la grande.

O si sigue en la pelea será el obvio "pato cojo" como les dicen en Estados Unidos a los candidatos marcados para perder.

Narro, que en su momento señalé fue incapaz cuando fue rector de la UNAM, de recuperar el auditorio de Filosofía y Letras, de manos de narcomenudistas que operaron toda su rectoría sin ser molestados; y que seguramente en aras de la teoría de la irresponsabilidad, aconsejado por blandengues ha de haber optado por la línea de la vieja DFS, de que no hay que hacer ruido en las madrigueras delincuenciales: "porque si se les combate se da el efecto cucaracha y salen por todos lados, mientras que allí, donde están, los tenemos ubicados" en este caso a escasos pasos de las oficinas del rector, operando a sus anchas.

Otra pifia de Narro, cuando dijo que Peña Nieto tenía como principal objetivo impartir justicia, hágame usted el favor, con semejante disparate, desconociendo la división de poderes, que por lo menos en la formalidad es el poder judicial, el que imparte justicia, el de los jueces, no de los policías judiciales, como ya no se llaman y debió confundir el ambicioso doctor.

Pero en esta ocasión lo que está en proceso es una acusación grave contra la propia Cofepris, de lo que pasa en el campo sinaloense y en Yucatán, donde los de Green Peace, han documentado el uso de plaguicidas "letales" aseveran en el periódico Noroeste, que contaminan los ríos, canales, drenes, y hasta el mar que recibe esas descargas de Endosulfán, Mevinfos, Metil paratión, Diazinon, Clorpirifos, Metoxicloro y Lindano; sustancias tóxicas todas ellas, prohibidas internacionalmente; incluso en México como el Endrían, que también fue autorizado por la tal Cofepris, conociendo lo dañino para la preservación ambiental.

Y como se ve el golpe es serio porque tiene una arista real, la de la contaminación criminal de los cuerpos de agua; que no puede justificarse o taparse; pero por otra parte, la dirección es obvia, se busca descalificar las exportaciones de productos agrícolas y de producción de granjas de acuacultura; para que en el TLC o lo que se tenga por firmar, de forma, a una escalada más, por poner a México en evidencia, de lo que la corrupción hace, en materia de estos tóxicos.

Muy malo el ataque, como dije: huela a conspiración del otro lado; pero de este, huele a corrupción e incapacidad. Es mas no huele, es de plano ponerse de pechito, para que nos hundan los golpes hasta la médula.

Narro debe dejar sus distracciones y los estados señalados; y la CONAGUA los ambientalistas locales, deben empezar a tomar el toro por los cuernos y buscar seriamente resolver: descontaminar con urgencia; porque si bien es cierto que una golondrina no hace verano; si unos buitres pueden hacer un infierno, con la dejadez y el poco cuidado por lo propio.