Reformas, economía y promesas

utopiaLos políticos, desde hace muchos años, nos vienen ofreciendo las reformas como una forma de resolver los problemas del país, mejorar nuestra calidad de vida y proyectarnos como nación en el concierto de las naciones para elevar nuestros niveles de bienestar con la inversión nacional y extranjera.

Desde que Enrique Peña Nieto fue declarado vencedor de la elección en el año 2012, se han concretado las reformas laboral, financiera, fiscal, educativa y muy recientemente la de telecomunicaciones, sin embargo no hay más y mejores empleos, no hay mayor disponibilidad de crédito y la educación no ha mejorado, lo que si hay es una forma más dura y difícil de pagar impuestos y una constante persecución a los contribuyentes, sin importar si estos están teniendo o no ingresos.

La economía nacional, antes de mejorar ha decaído, los servicios que presta el Estado no han mejorado y la esperanza de la sociedad muere un poco cada día.

Una de las promesas centrales de la campaña del PRI por la presidencia de la república fue que disminuiría el costo de los energéticos, se acabaría con los gasolinazos y se mejoraría el ingreso familiar, nada de eso ha ocurrido. La semana pasada en las discusiones de la reforma energética se aprobó, eso sí, que desapareciera el subsidio a la electricidad, el descontento y las críticas fueron de tal magnitud que tuvieron que recular y antes de una semana echaron para abajo la propuesta ya contenida en el dictamen.

Durante los 12 años del panismo los legisladores priistas dijeron que había que pensar con calma las reformas, que no había prisa, que las cosas se tenían que hacer bien; desde que recuperaron la presidencia se les acabó la paciencia y buscan a toda prisa sacar unas reformas a como dé lugar, aunque no estén muy pensadas.

Como sea, nos prometieron el sol, la luna y las estrellas y, cuando el presidente está por entregar su segundo informe de gobierno, la realidad es que no hay mejoría en ningún aspecto de la vida nacional.

Creo que ha llegado el momento de exigir a nuestros políticos que nos dejen de hacer promesas y nos digan lo que realmente piensan del poder y del país, para votar por ellos no por lo que prometen que construirán, sino por quienes son, bueno, esa es mi opinión, ¿usted que piensa?