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Cuaresma… cuarenta días de preparación

cuaresma caminoCuaresma... cuarenta días de preparación
Por Silvia del Valle
@SilviaMdelValle @smflorycanto

 

 

 

 

La Cuaresma es la época del año donde el calendario litúrgico nos permite hacer un alto en el camino y revisar como llevamos nuestra vida, ubicar en donde estamos parados y hacia donde queremos caminar para llegar a nuestra meta que debe ser siempre la santidad.

La Cuaresma nos regala cuarenta días para hacer limpieza de la casa, es decir, de nuestra alma para llegar a la Semana Santa listos para vivir el acontecimiento más importante que es la Resurrección de Jesús, acompañándolo desde Su Pasión y Muerte.

Nosotros debemos disponernos para vivir este tiempo con apertura de corazón y con una gran disposición para hacer los cambios necesarios para hacer que nuestra alma esté lista y en forma para la Semana Santa.

Y que mejor si todo esto lo vivimos en familia, así que aquí te dejo mis 5Tips para vivir estos cuarenta días al máximo y en familia.

PRIMERO. Haz un alto y analiza como andas en la parte espiritual.
Primero debemos hacerlo nosotros para después invitar a nuestra familia a hacerlo. Podemos organizar alguna pequeña reflexión familiar para hacer consciencia en nuestra familia de lo que vamos a vivir.

Además podemos hacer una serie de preguntas que debemos contestar en lo personal para ubicarnos y saber en donde estamos parados.

Es necesario caer en cuenta que lo físico es un reflejo de lo espiritual y que la boca habla de lo que está lleno el corazón, por eso debemos darnos un tiempo para analizar cómo está nuestro corazón y ver que debemos hacer para mejorar.

SEGUNDO. Haz un plan de trabajo para estos cuarenta días.
Una vez ubicados en nuestra realidad, es bueno que hagamos un plan para llevarlo a cabo durante los próximos cuarenta días.

La ventaja es que el tiempo litúrgico nos acompaña y nos va llevando de la mano para hacer los cambios necesarios, pero es importante que tengamos un rumbo sobre el cual caminar.

Podemos dar algunas directrices familiares y después dejar que cada miembro de la familia las personalice.

TERCERO. Piensa en acciones concretas y alcanzables.
Dentro del plan es necesario tener claras algunas acciones concretas a seguir, de otra forma todo se quedará en planes.

Este año te invito a buscar dos o tres acciones concretas que de forma personal y familiar hagamos para llevar a cabo este cambio que nos ayude a estar listos para la semana mayor.

Con los hijos pequeños podemos pedirles que dibujen las acciones que realizan a diario y que las vayan pegando sobre el calendario o sobre un camino que lleve a la Semana Santa, esto ayudará mucho a que sepan para que hacemos todo esto.

Las acciones deben ir de acuerdo a la capacidad y a la edad de cada miembro de la familia.

CUARTO. Revisa cada semana como va tu avance
Es importante que durante los cuarenta días hagamos revisiones de las acciones concretas y del plan en general para estar atentos por si se deben hacer adecuaciones.

Se vale hacer cambios sobre la marcha, pero siempre es mejor tener registro de todo para saber que rutas hemos ido recorriendo.

Y QUINTO. Intensifica la oración.
Para todo esto debemos echar mano de la oración, ya que emprender cambios así no es fácil y solo de la mano de Dios, por medio de la oración se puede llevar a cabo.

Nosotros ponemos las acciones, pero es Dios que nos da los frutos y es por medio de nuestra oraciones que nosotros le damos el control de nuestra vida a Dios.

Si logramos que nuestros hijos lo comprendan desde pequeños será más fácil que cuando lleguen a la adolescencia sigan apegados a la vida de oración y de piedad.

Y deben ve que nosotros también lo vivimos, nuestro ejemplo debe ser la mejor forma de educar a nuestros hijos.

La Cuaresma en un camino de santidad que la iglesia nos regala para estar preparados y cada año podemos pulir nuestra alma con más detalles. Espero que esta cuaresma estemos dispuestos a abrir el corazón a la acción del Espíritu Santo y que ademas, lo hagamos en familia.

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Ama a tus hijos protegiéndolos pero... ¡no te excedas!

mama-hijoAma a tus hijos protegiéndolos pero... ¡no te excedas!
Por Silvia Del Valle
@SilviaMdelValle @smflorycanto

 

 

 

El amor es paciente, el amor es servicial, el amor todo lo perdona, todo lo olvida y siempre busca el bien de la persona amada, pero a veces nos vamos al extremo y sentimos que al que amamos nos pertenece y por lo mismo queremos tenerlo siempre a nuestro lado, que no sufra, que esté siempre bien, sin darnos cuenta que eso le puede llegar a asfixiar y dañar.

La sobre protección es un problema muy común en las familias y a veces ni nos damos cuenta que lo estamos viviendo.

A nosotros los padres de familia, nos puede llegar a pasar que sentimos que nuestros hijos deben tener lo que nosotros no tuvimos, que deben vivir lo que nosotros no vivimos y queremos evitarles pasar por el dolor y sufrimiento que nosotros tuvimos en la infancia y por lo mismo les damos todo lo que nos piden; y hasta lo que no piden también se los damos, sin darnos cuenta que les estamos haciendo un mal.

Todos los excesos son malos y el cariño en exceso se vuelve algo negativo ya que limita y hasta invade a la otra persona, por eso aquí te dejo mis 5Tips para evitar la sobreprotección con nuestros hijos.

PRIMERO. Los hijos son diferentes a nosotros. ¡Conócelos!
Es muy importante que hagamos conciencia que cada uno tiene sus necesidades y características propias por lo que no podemos ni debemos tratar a nuestros hijos como sentimos que debieron tratarnos a nosotros.

Es importante conocerlos para saber que necesitan y lo que es mejor para su buena formación y un desarrollo integral de sus capacidades y afectividad.

Observarlos para conocerlos y no es necesario estar sobre ellos todo el tiempo pero acompañarlos en los momentos mas importantes de la vida, observar sus reacciones en la vida cotidiana, dedicarles por lo menos 10 minutos al día de tiempo completo, evitando que otros asuntos nos quiten la atención.

Observar para responder a sus necesidades y también para amarles sin hacerles daño.

SEGUNDO. Nuestros hijos tienen diferentes necesidades que nosotros.
Al conocerlos nos podemos dar cuenta que son únicos y así sus necesidades son específicas por lo que no podemos tratar a todos por igual.

Hay quien requiere mas contacto físico, otros mas cuidados, otros necesitan atención, otros un poco mas de libertad, otros que seamos exigentes con ellos y otros que seamos tiernos, pero todos necesitan Amor.

Si nos movemos por amor y desde el Amor, podremos tener un equilibrio y dar solo lo que nuestros hijos necesitan sin que nuestras carencias definan nuestras acciones.

TERCERO. Edúcalos desde el Amor.
Claro, el Amor debe ser el centro de la educación. Si amamos a nuestros hijos, buscaremos siempre su bien, pero si amamos a nuestros hijos seremos capaces de poner un límite para nuestro amor.

Nuestros hijos pueden notar cuando hacemos las cosas por amor y cuando las hacemos por obligación. Una misma acción puede ser benéfica o dañina dependiendo de la intención con la que la realicemos y de lo que la ha movido o provocado.

El Amor implica preguntarnos ¿que haría Jesús en esta situación?

CUARTO. Edúcalos con uno poco de hambre y un poco de frío.
El que nuestros hijos tengan todo les limita y los incapacita ya que les impide desarrollarse integralmente.

Un poco de habré y un poco de frío no le hacen daño a nadie por el contrario, fomenta la resiliencia y la capacidad de crecer.

Y cuidado de hacer las cosas para competir con los otros, para ir con la tendencia o para estar al ultimo grito de la moda porque es muy difícil aguantar ese paso.

Es mejor que capacitemos a nuestros hijos para la vida y les enseñemos a ofrecer todo lo que es necesario vivir, carencias, dolores, humillaciones, etc para que de ellas aprendan y al unirlas a la cruz con Jesús, sean fecundas y beneficien a muchos, incluidos ellos mismos.

Y QUINTO. Nuestro modelo es la familia de Nazaret
No hay más que decir. Debemos preguntarnos ¿Como educaron María y José a Jesús?

Ojalá que podamos tener este modelo de familia para así, emprender el rumbo de la educación de nuestros hijos y ser capaces de amarlos y protegerlos pero sin excedernos.

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La importancia de los límites. Saber decir no sin sentirme culpable

decir noLa importancia de los límites. Saber decir no sin sentirme culpable.
Por Silvia Del Valle.
@SilviaMdelValle @smflorycanto
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Es muy necesario que aprendamos a decir que no a lo que nos piden nuestros hijos sin sentirnos después culpables, ya que en el fondo, lo único que estamos haciendo es educarlos al ponerles límites.

Un límite es algo que nos marca hasta donde se puede pasar y hasta donde ya no.

El límite nos puede salvar la vida porque puede ser que nos esté indicando que más allá corremos peligro.

Ahora es muy común que nos digan que no debemos contradecir a nuestros hijos porque se trauman, pero en realidad lo único que logramos al no ponerles límites es que se hagan voluntariosos y caprichosos, es decir, que se acostumbren a hacer su voluntad en todo momento; aunque en ocasiones vayan en contra de su propia seguridad.

Esto provoca que después sea muy difícil que tengan una disciplina y orden en su vida.

Por eso aquí te dejo mis 5Tips para lograr decir no sin sentir culpa y poner límites a nuestros hijos.

PRIMERO. Hay que poner las reglas claras.
Es necesario que tengamos claro lo que se puede y lo que no se puede hacer; lo que está permitido y lo que no en nuestra familia.

Si lo tenemos claro nosotros es más fácil que lo podamos transmitir con claridad a nuestros hijos.

De ser necesario debemos tener las reglas por escrito para que no se nos olviden y así podamos ser congruentes.

SEGUNDO. Que todos las conozcan.
Es importante que estas reglas o límites sean conocidos por todos los miembros de la familia así no podrán decir que no sabían cómo que estaban haciendo algo mal.

En mi familia hasta las ponemos gráficamente en un lugar donde todos las podamos consultar y tener presentes, así es más difícil que las olvidemos.

Cuando los hijos son pequeños es bueno agregar algunos dibujos que les clarifique las cosas, siempre es bueno que nos bajemos a su nivel y mes hagamos las cosas fáciles de entender.

TERCERO. También deben conocer las consecuencias.
Toda acción tiene una reacción. Si la acción es buena, la reacción o consecuencia será bien; pero si la acción es mala, la reacción o consecuencia serán desagradables ya que se debe reparar lo que se dañó, lo que se dejó de hacer o lo que se hizo mal.

Nuestros hijos deben aprender a cumplir con esto ya que la sociedad actual los invita a actuar sin responsabilidad y sin tomar en junta las consecuencias.

Y precisamente los límites nos ayudan a darnos cuenta de que hemos llegado al punto en que las consecuencias serán malas.

CUARTO. Hay que empezar desde pequeños.
Todo esto es un proceso y como tal lleva su tiempo, pero siempre es más fácil si lo comenzamos a practicar desde pequeños.

Mientras más pronto mejor, así nuestros hijos verán que vivir así, es lo normal y después, cuando crezcan no les distará trabajo aceptar los límites.

Y QUINTO. Los adolescentes y jóvenes también están incluidos.
¡Claro! Mientras sean parte de nuestra familia, deben aprender a acatar las normas y a respetar los límites que nosotros, los papás, pongamos en nuestra familia.

En muchas ocasiones, cuando comenzamos a poner límites a los adolescentes, cuesta mucho trabajo que los acepten porque está en la edad en que quiere hacer su voluntad, pero nosotros debemos ser firmes y mantener esos límites donde debe de estar.

Si a nuestros hijos les cuesta trabajo aceptar esos límites es necesario hablar con ellos y llegar a un acuerdo por escrito sobre el tema para que después podamos recordarles que ellos estuvieron de acuerdo con tales límites.

Si por alguna razón se brincan el límite, es necesario aplicar los castigos o consecuencias que se acordaron para tal falta.

Debemos ser firmes porque con eso les estamos formando el carácter y les estamos armando para la vida, por eso debemos quitarnos el miedo a decir "No" a lo que sabemos que no les hace bien a nuestros hijos.

Si hacemos todo por amor y con amor nuestros hijos lo pueden notar y por lo mismo, estarán dispuestos a colaborar para tener una familia sana y con valores.

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Los jóvenes y la educación

jovenes2019Los jóvenes y la educación

Por Silvia del Valle
@SilviaMdelValle @smflorycanto

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

El campo de la educación está muy desvirtuado y sobre todo en el ámbito de los jóvenes. Ahora tenemos muchos chicos que ya no quieren estudiar, pero que tampoco quieren trabajar, son los llamados "ninis".
Y nuestros hijos jóvenes están expuestos a caer en este tipo de conductas a veces por imitación y otras veces porque las circunstancias cada vez son más adversas para ellos, por eso aquí les dejo mis 5Tips para ayudar a que nuestros hijos busquen aprender en cualquier momento.

PRIMERO. Que su educación no dependa de los demás.
Es importante que nuestros hijos se vuelvan autodidactas, es decir, que aprendan sin que nadie les diga, que busquen ellos mismos el aprendizaje y que lleven las riendas de su educación.
Claro que esto debe ser proporcional a su edad, pero es muy bueno que los encausemos desde pequeños a que lo logren.
Nunca es tarde para esto y no cuesta tanto, solo es cuestión de que le dediquen un tiempo y que se organicen en cuanto al estudio y educación se refiere.

SEGUNDO. Que aprendan a aprender.
Es necesario que sepan distinguir entre educación y aprendizaje.
La educación es mucho más amplia que el simple aprendizaje, pero este es una parte importante de la educación.
Debemos enseñar a nuestros hijos que busquen aprender en todo momento, de todas las vivencias y en cualquier circunstancia.
Así lograremos que aprendan por gusto y no por obligación y entonces jamás dejarían de adquirir conocimientos, porque aprenderán en todo momento.

TERCERO. La lectura es básica.
Si logramos que le tomen gusto a la lectura estaremos armándolos para la vida ya que, aunque no pudieran asistir a la escuela o a la universidad, con la simple lectura sería suficiente para tener cultura general y para especializarse en cualquier campo.
Media hora de lectura al día crea el hábito en ellos.

CUARTO. La investigación es indispensable.
En la actualidad es cada vez más fácil investigar cualquier cosa ya que el internet nos acerca a los libros, imágenes, historias y tutoriales de casi cualquier cosa.
Es así que ya no hay pretextos para no saber, todo está a un click de distancia y debemos crear en nuestros hijos, y sobre todo en los jóvenes, la cultura de la investigación.
Para eso podemos abordar algún tema a la semana o al mes y pedirles a nuestros hijos que investiguen sobre él para que después pongamos en común lo que cada uno encontró.

Y QUINTO. La práctica también es necesaria.
Para adquirir un conocimiento son necesarias veinte horas, pero hacerse experto en algo requiere diez mil horas de práctica, por eso es necesario que nuestros hijos se enseñen a llevar a la práctica lo que van aprendiendo.
Y me refiero a cualquier ámbito de la vida, sean valores, oficios, arte o conocimientos.

Es importante que despertemos el interés de nuestros hijos por conocer y saber cada día más cosas nuevas para que así estén vacunados contra la ociosidad y la flojera que la sociedad actual promueve y que son motivos para aquellos que abandonan los estudios por cualquier pretexto haciendo un drama personal y una crisis social con este "sin sentido".

Que nuestros hijos aprendan a aprender y después que lo lleven a la práctica. Colaboraremos así a reorientar el rumbo de nuestra juventud.

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