Pablo Polo (Marca.com)

Cristiano contestó a Mourinho. Dijo que no lo haría, pero esperó a estar en su terreno para hacerlo. No hay mejor mensaje y réplica que su partido en Miami. Dos goles y un buen encuentro frente al Chelsea que firmaría orgulloso el Ronaldo de verdad.

El Madrid se llevó el torneo de la Champions Cup y sigue invicto en su gira por Estados Unidos. Un equipo sobre excitado, tras las declaraciones del entrenador portugués, impuso su mayor calidad y pegada. Marcelo hizo el primero y CR7 los otros dos. Una falta directa marca de la casa y un cabezazo también del 7 tras un pase magistral de Isco sentenciaron al Chelsea de Mou.

El Madrid salió mandando desde el primer minuto. Cristiano y Marcelo, éste quizá un poco pasado de revoluciones, tomaron las riendas del partido para encerrar al Chelsea en su área. Tanta insistencia acabó con el primer gol del brasileño tras una buena jugada individual. Despistó a Terry con varios amagos y cruzó perfecto ante Cech. Marcelo pasó después por el banquillo de Mou con un gesto desafiante, pero la alegría le duró poco. Tres minutos después, Ramires, el mejor del Chelsea en el primer tiempo, se coló entre los centrales después de un toque inteligente de Lukaku, se plantó ante Iker y le batió con una vaselina.

El partido estaba donde empezó, pero el ritmo de la primera media hora, quizá excesivo para los tiempos que corren ahora mismo, en plena pretemporada, fue amansando a las fieras. Sin embargo, hay uno que siempre duerme con un ojo entre abierto, a la espera de enganchar algo que llevarse a la boca. Una falta al borde del área que lanzó Cristiano superó a Cech gracias a un toque magistral. La pelota cayó hacia puerta después de superar al checo. Golazo. (Artículo completo en www.marca.com)