(UNIVISION) Corea del Norte anunció el jueves la deportación inmediata de todos los surcoreanos y la congelación de los activos y equipamiento surcoreano que queden en un parque industrial que gestionan ambos países en territorio norcoreano. Se trata de una respuesta rápida y agresiva a la decisión surcoreana de suspender sus operaciones en el recinto, que fuera un símbolo de la cooperación entre ambos países.
Pyongyang señaló además que retirará a todos sus trabajadores del complejo de Kaesong, situado junto a la tensa frontera, cortará dos importantes vías de comunicación con Seúl y colocará la fábrica bajo control de su ejército.
No estaba claro en un primer momento qué había sido de los cientos de surcoreanos que habían empezado a suspender sus actividades en Kaesong el jueves.
El comunicado del Comité por la Reunificación Pacífica de Corea sube de forma significativa las apuestas en una crisis que comenzó con una prueba nuclear en Corea del norte el mes pasado y el lanzamiento de un cohete desde su territorio el pasado domingo. Corea del Sur respondió suspendiendo las operaciones en el parque industrial, una de las represalias más duras que tenía a su alcance.
Pyongyang describió el anuncio de suspensión de actividades de su vecino del sur como una "peligrosa declaración de guerra" y una "declaración del fin del último vínculo en las relaciones entre Norte y Sur". Esta retórica grandilocuente es habitual de la propaganda norcoreana, pero el país parecía estar acompañando las palabras con una respuesta firme a la suspensión de actividades surcoreanas en Kaesong.