(BBC MUNDO) De pronto Francia está atravesando uno de esos dramáticos conflictos sociales que han marcado la historia del país europeo en las últimas décadas.
Después de semanas de continuas pero poco espectaculares marchas de protesta en contra de una polémica reforma laboral aprobada por el gobierno galo, en la última semana la situación se ha complicado notablemente.
Hay filas de gente enojada en las gasolineras, ciudadanos que no pueden manejar al trabajo, llantas quemándose frente las refinerías de petróleo...", cuenta el corresponsal de la BBC en París, Hugh Schofield.
Para este jueves varios sindicatos convocaron además manifestaciones en las principales ciudades del país, por lo que la policía teme nuevos episodios de violencia.
La gasolina escasea en al menos 4.000 estaciones de servicio y se estima que este jueves más de un tercio de los trenes no cubrirán sus rutas ni saldrá más del 15% de los vuelos previstos.
Y sobre el país ahora pende también la amenaza de apagones, pues los trabajadores de 16 centrales nucleares decidieron sumarse a una huelga en la que ya también participan trabajadores de la industria petrolera, ferrocarriles, aeropuertos y puertos.
Todo a dos semanas de la inauguración del Campeonato Europeo de Fútbol, la Eurocopa, que este año se disputará en tierras francesas.