(EXPANSIÓN/Bianca Carretto) El "Triángulo Dorado" ―región conformada por Chihuahua, Sinaloa y Durango― y Guerrero concentran la mayor parte de los sembradíos de amapola en México, que a nivel mundial es el tercer mayor productor de este precursor de drogas, de acuerdo con datos del gobierno federal e instancias internacionales.
El informe "Monitoreo del Cultivo de Amapola en México 2014-2015", que realizó la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito (UNODC, por sus siglas en inglés) en colaboración con autoridades mexicanas, indica que en las mencionadas zonas enclavadas en la Sierra Madre Occidental, como la comunidad de Santa Rosalía, las condiciones de pobreza extrema orillan a los pobladores a dedicarse a esta actividad ilegal. A cambio del cultivo, los sembradores reciben de 100 a 150 pesos diarios.
Además de dichos estados, el estudio ―el primer registro oficial de siembra de este tipo de enervantes públicamente reconocido por el gobierno mexicano, que fue presentado la semana pasada― da cuenta de terrenos dedicados al cultivo ilegal de la planta en Nayarit, Jalisco, Michoacán, Oaxaca y Chiapas, aunque en menor grado.
A nivel nacional, el reporte da cuenta de una producción media anual equivalente a las 24,800 hectáreas ―identificadas en 3 ciclos de cultivo.