(EL DEBATE) Hacer que Sinaloa sea un estado competitivo es un renglón rezagado en la agenda del gobierno, frente a la corrupción e inseguridad como principales obstáculos, señalan empresarios.
De acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad, Sinaloa no aparece en ninguna de las 10 mediciones en rubros como derechos, medio ambiente, economía, mercado laboral, innovación o gobierno confiable, entre otros.
Incluso los principales municipios de Sinaloa reportan una caída libre en su índice de competitividad para atraer inversión.
Mazatlán bajó del lugar 19 al 28, mientras que Culiacán estaba la posición 30 y cayó a la 43 y Los Mochis bajó del sitio 43 al 52.
De acuerdo con el director general del Instituto Mexicano de Competitividad, Juan E. Pardinas, los escándalos no tienen consecuencias en los tribunales y mientras que la impunidad sea la regla, en lugar de la excepción, no se podrá romper con la tradición que más enferma nuestra vida pública y nuestro potencial de prosperidad.