(EL MUNDO/Daniel Lozano) El proceso de diálogo, abierto entre gobierno y oposición con la mediación del Vaticano, mantiene a Nicolás Maduro en estado de hiperactividad y optimismo, según las sentencias que abren esta crónica y que él mismo ha subido a sus redes sociales.
La realidad es que este martes, tras debutar como conductor de un programa de salsa y bailar con cierto estilo ante todo el país con la primera combatiente revolucionaria, abandonó su traje recién estrenado de "guerrero de la paz" para volver a su estado natural. Maduró atacó con saña a Voluntad Popular (VP) y a su diputado Freddy Guevara y también insultó al gobernador Henrique Capriles , pese a que el enviado papal había solicitado a ambas partes moderación con su lenguaje.
"Yo aspiro a que los tribunales tomen cartas en el asunto ante los llamados terroristas de este grupo", anunció el "hijo de Chávez" tras conocer que VP, el partido de Leopoldo López , se había desmarcado de la decisión de la Unidad Democrática de suspender la marcha al Palacio presidencial de Miraflores.
"Él (Freddy Guevara) es un cobarde, cree que la inmunidad parlamentaria le puede salvar de un carcelazo. ¡Terroristas!... ¡Quien llame a marchar a Miraflores es un criminal! ", clamó el presidente, quien también descalificó a Capriles llamándole el "rey del perico" (cocaína).
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