(BOLETÍN DE PRENSA 28 de enero de 2017) En el marco de la XXXIV Peregrinación Nacional a la Montaña de Cristo Rey, el Nuncio Apostólico Franco Coppola llamó a la juventud y a todos los mexicanos a que ante los problemas que vive la nación no tengan miedo para realizar lo que a cada quien le toca hacer; el miedo paraliza e impide enfrentar con esperanza el futuro.
Al encabezar la celebración en el Cubilete y ante más de 40 mil jóvenes provenientes de todo el país, el representante del Papa Francisco advirtió que ante las dificultades Dios no defrauda; si contamos con él siempre hará maravillas.
Y en torno a la amenaza de una deportación masiva de mexicanos que viven en los Estados Unidos, comentó que la Iglesia siempre va un paso adelante. Un ejemplo de ello es que el actual Nuncio Apostólico en la Unión Americana es precisamente Christophe Pierre, quien acaba de ocupar el mismo cargo en México y conoce perfectamente nuestro país y seguramente hará gestiones para defender a los mexicanos.
En la homilía que pronunció en la misa central de la peregrinación que este año tuvo como mensaje central: "Por mi Fe doy la vida por México" en honor a la canonización del ahora joven santo mexicano José Sánchez del Río, monseñor Franco Coppola enfatizó que a pesar de todo lo que se lee y se escucha sobre el país "es aquí donde está México, el presente y el futuro que dá mucha esperanza".
Y recordó que en muchos países e incluso continentes como Africa o Europa, ya no hay jóvenes y aquí sí existen, lo que representa un muy alentador signo de esperanza.
El Nuncio Apostólico ofició la misa central de la XXXIV peregrinación nacional organizada por la agrupación Testimonio y Esperanza acompañado por monseñor Alfonso Cortés, arzobispo de León, Faustino Armendáriz Jiménez, obispo de Querétaro y Jorge Estrada Solórzano, obispo auxiliar de la ciudad de México.
Durante la peregrinación, los jóvenes de Testimonio y Esperanza advirtieron que las autoridades en turno han hipotecado el futuro de las nuevas generaciones al olvidar que la razón de ser de los puestos que hoy ocupan es el servicio, no el servilismo hacia sus intereses personales.
Y demandaron acciones en serio de transparencia y combate a la corrupción que eviten volver a vivir las condiciones que hoy enfrentamos. También el reclamo del respeto a los derechos humano, desde el derecho a la vida hasta el de la libertad religiosa.
Denunciaron asimismo que los jóvenes mexicanos no se sienten escuchados por nuestros gobernantes que realizan proyectos constituyentes sin consulta ni legitimidad, además de atentar contra la dignidad humana.
Finalmente exigieron que en México se busquen funcionarios realmente comprometidos con la nación, con probada conducta recta; que sean profesionales y no practicantes o aprendices que reciben sueldos y beneficios como si se tratara de verdaderos expertos.