(EL NUEVO HERALD/Antonio María Delgado) Un pequeño grupo de oficiales venezolanos se declararon el domingo en rebelión y sustrajeron un importante lote de armas antes de retirarse de la base militar, mientras que el alto mando militar declaraba que mantenía la situación bajo control tratando de evitar que otros uniformados descontentos se sumen a la insurrección.

Oficiales venezolanos consultados dijeron que la sublevación registrada en el Fuerte Paramacay, ubicado en la ciudad de Valencia, refleja el descontento de los cuadros medios de las Fuerzas Armadas ante las aspiraciones dictatoriales del régimen de Nicolás Maduro.

"El malestar es generalizado [dentro de las Fuerzas Armadas]", dijo desde Miami el general retirado de la Guardia Nacional, Marco Ferreira, quien dijo haber tenido contacto con el líder de la sublevación en el Fuerte Paramacay, el capitán Juan Carlos Caguaripano Scott.

"El capitán Caguaripano logró escapar con armamento, lanzacohetes, granadas, munición, en gran cantidad. El gobierno sabe lo que se llevó", agregó Ferreira.

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