Columna Geopolítica del 7 de marzo del 2018

Jorge Miguel Ramírez Pérez

Existe una escuela de malosos en la política que afirman que este tema esencial de gobierno, pertenece al mal.

Actúan de manera sectaria como si de veras hubieran encontrado la piedra filosofal del poder.

Están persuadidos que entrenando la insensibilidad moral, se logran objetivos acordes con los planes de dominación carroñera que les anima a ponerse de traje -eso sí, sin corbata- y agarrar un micrófono para decir una mentira tras otra y luego como el del INE, Lorenzo Córdova, irse a la cábula, burlándose de los que sí, por necesidad son ignorantes, no por vocación como él.

Esa fábula infantil que hay que meter mañosos para que el mal proteja, es la que sigue con puntualidad, López Obrador incorporando a Napoleón Gómez Urrutia, a Alfonso Durazo, a Sergio Meyer, a Héctor Soberón, a la Claudia Sheibaum, a su exmarido Imaz, a René Bejarano, a Nestora la secuestradora y a Manuel Bartlet el que le quitó a Manuel Clouthier el triunfo en 1988.

En realidad a la hora de hacer fregaderas -los malos son muy malos-, porque no son como se creen, y son malhechos para hacer cosas elaboradas. Son malosillos, nerds como Meade, que se avienta hasta decirle rajón a Anaya, ofensas de niña de primaria.

Mejor no las digas porque te ves rajón tú, no entrón, para que me entiendas.

Creen los malosillos vernáculos que hay que venerar a la deidad del mal para ser iniciados en el poder. Y mentir y calumniar para demostrar que son operadores eficientes.

Viven en un mundo chueco, que cuando se acercan a la verdad se le va el sueño.

Tienen la piel sensible como les dijeran John Gavin y Diego Fernández y no perdonan ninguna intención de crítica, menos un señalamiento de corrupción, porque se le van con todo al osado, que crea que la política es una herramienta de bien, para resolver las controversias civilizadamente.

Y ya andan circulando las versiones de los rumores más insulsos: que Diego es incondicional de Salinas, y que Anaya contrarió a Videgaray al irse con Salinas o sea Diego; lo que es hablar por hablar de lo que desconocen, para empezar del sentido común y de la información política.

Hasta dicen, que al robarse la elección de Coahuila, Peña optó por proteger a los Moreira y que eso rompió el pacto de impunidad para que Peña, pudiera confiar en Anaya como el próximo.

Especies que pasan de largo las realidades que no son esas, en su dimensión y consecuencias; y que buscan ante todo minimizar los delitos al erario como si fueran derecho de pernada, violar a la patria y dejarla chillando de impotencia.

Porque lo que es real, lo primero, es que los del poder han hecho todo, pero absolutamente todo para que sean notorias sus corruptelas.

Las equivocaciones mayúsculas de la deuda abultada, mantener como delito no grave las desviaciones, los grandes hurtos de los gobernadores, los gastos excesivos en imagen, los depósitos en los paraísos fiscales no de unos cuantos millones sino de miles de millones, el exceso de personal sin capacidad en los cargos federales, los atlacomulcas en plenitud de las prepotencias, las obras híperinfladas y pésimas; las quiebras de PEMEX y CFE y la inseguridad que protege al narcotráfico y los huachicoleros, entre las lindezas que se dispararon. Son un obstáculo enorme aún para que López Obrador como pregona, los pueda perdonar.

Nadie lo va hacer, en simple teoría, es decir en la creencia de simples, solo Meade que es el ineficiente estructurador de la corrupción y que va en el mismo paquete; él podría cargarse solo a la mitad, a los de Chong, los Moreira, la Rosario y otros de esa clica; porque es como querer lavar el agua en el canal del desagüe, pero a mano; porque ¿a Peña? ni Meade lo salva. Él lo sabe y lo enferma.

Pero creo que lo mas grave políticamente ha sido la adopción de poses y maniobras desgastando las estructuras dizque institucionales, que les podrían haber servido para que las penas fueran menores y no les hicieran vomitar negro, en el próximo gobierno, al menos no todo, porque de que serán ajusticiados con severidad, lo serán; porque ya hasta a los críticos se los echaron de un golpe y les mostraron que el único opositor es el del Frente.

No se quién les dijo a estos que están, que le entraran a la política y con que osadía se metieron a un mar proceloso sin saber nadar, tirándoselas de campeones olímpicos.

Estoy sorprendido que personas tan tontas hayan desperdiciado su vida –porque todavía son jóvenes- para acabar destruidos por sí mismos, por la codicia de los bienes de los contribuyentes, en celdas como loquitos, allí está Javier Duarte, rumiando sus fracasos...

Son muchos años por delante y como dice uno de sus amanuenses: al tiempo.

Porque ya se auto sentenciaron: "el que la hace la paga".