Columna del 25 de septiembre del 2019
Venezuela en pausa larga
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Hace unas semanas hubo mucho ruido con el asunto de Venezuela, porque todo indicaba que al fin, Estados Unidos, el autonombrado rector de Las Américas; que durante 200 años por lo menos ha estado metido en las grandes decisiones políticas del continente, iba a poner en su lugar al dictador de ese país sudamericano, mediante una invasión masiva de disidentes del chavismo a través de Colombia y tal vez ataques dirigidos por armas de largo alcance a la capital. Pero no fue así.
Y la gente en nuestro país se preguntaba que habría sucedido con todo lo que se hizo para legitimar a Juan Guaidó, y con las declaraciones de los militares que abonaban a ese clima de un golpe definitivo contra los maduristas.
Los medios, todos, así como difundieron la pronta caída de la dictadura, también presurosamente, fueron desapareciendo de sus titulares el suceso que no sucedió.
Mucho ruido y pocas nueces.
Quedaron las imágenes de manifestaciones cada vez mas aisladas, reprimidas con grupos de choque inmisericordes; pero también quedaron en el colectivo, reacciones aparentemente inconexas, de la salida de lingotes de oro de Venezuela hacia Rusia; así como la idea ensombrecida de que Guaidó finalmente era enemigo de Maduro, pero no así del sistema chavista.
Hoy podemos concluir que el proyecto de someter a Maduro, quedó en un orden lejano de las prioridades de los Estados Unidos, la maquinaria mediática no se ha movido y la percepción confirma que hay una pausa, una pausa larga para tomar determinaciones sobre el tema.
Fracasó el intento de todos los aliados inmiscuidos originalmente para hacer salir a Maduro del poder, incluso la oferta de México de darle asilo en Cancún, fue desechada por el sucesor de Chávez, tal vez éste último si le dijeran que iba a contar con un mariachi de manera permanente lo hubiera pensado; pero para el amargoso de Maduro ese no era argumento, ni de broma.
Pero el asunto en suspenso no parece ser ni una política exterior errática de parte de Estados Unidos, que en todo momento saco a relucir declaraciones uniformes sobre la inminente salida de Maduro; ni parece ser que las fuerzas armadas ya comprometidas, hubieran cambiado de opinión.
Todo indica que el peine va saliendo y el proyecto en modo de espera, va a tomar un tiempo indefinido.
Hace unos días con los drones traspasando el escudo de protección de misiles que Estados Unidos le vendió a Arabia Saudita, va quedando claro lo que se traía el venezolano en las manos.
Porque lo sucedido en Ab Abqaiq y Khurais, en el oeste del país, donde se refinan las mayores producciones de petróleo; también nos hace recordar que durante la campaña electoral de Donald Trump contra la Señora Clinton, el hoy presidente de Estados Unidos criticaba a los anteriores dirigentes de la política de su país, porque habían dejado que se rezagara EUA en defensa y equipamiento militar, obviamente refiriéndose a la competencia armamental con Rusia y también con China, éste último tal vez el mayor productor de drones pesados en el mundo.
Y con esta agresión que se adjudican YaHya Sarea el grupo de rebeldes hutíes en el Yemen, pero que Mike Pompeo, el Secretario de Estado de Estados Unidos, atribuye a Irán, porque es su aliado y proveedor de insumos militares; el escenario del Medio Oriente se ve trastocado y cuestionada la eficacia de los sistemas de defensa antimisiles en los que EUA tenía la delantera.
Las consecuencias no se hacen esperar y Turquía ya también no se ha sentido con la seguridad que antes tenían a través de la OTAN, con la tecnología estadounidense de protección de misiles para ellos imprescindibles.
No digamos lo que sucederá con Alemania, que no contribuye de manera suficiente, como quiere Trump, a los gastos de la OTAN, porque tal parece que prefieren ahora un cambio de políticas hacia Rusia, sobre todo en el proyecto de gas Nord Stream 2 y entre otros factores, porque deben estar observando que la OTAN es un organismo que anda cojeando porque no está a la altura de las últimas innovaciones que tienen sus rivales.
Y por eso Venezuela se siente seguro porque Rusia es el que trae el esquema de mayor tecnología de defensa de cohetes, es su valedor.
Seguramente con los S 500 Prometei que deben estar instalados, van a impedir que EUA, penetre con facilidad el reino madurista.
Hace unas semanas Irán que adquirió el sistema de protección ruso, hizo una exposición para mostrar todos los drones interceptados según ellos a Estados Unidos. Y China reconoce que este sistema S 500 es el mejor. Por lo que Rusia se prepara para una producción mayor en el 2020.
Así que el plan de sacar a maduro de Venezuela, no es pronto. Primero tendrá EUA que invertir mucho dinero en ganarle esta carrera a Rusia en el tema de defensas antiaéreas y a China en la competencia de drones agresivos.
Y eso, cuesta, mucho más que el muro.