Columna del 29 de julio del 2020
El Entorno Político y las elecciones del 2021
Jorge Miguel Ramírez Pérez
La popularidad de Amlo se mantiene en el 52.7 % de acuerdo con la casa encuestadora Mitofsky. Por el estilo están las demás encuestas. Hace un mes bajó dos puntos que ya recuperó, en la peor etapa de su gobierno cuando los índices de salud por la pandemia y por la falta de medicamentos y atención médica a otros enfermos; por el incremento de homicidios y crímenes superior a cualquier gobierno desde las etapas violentas de la revolución; por el aumento de la pobreza y el cierre masivo de fuentes de empleo; por la incapacidad de dar respuestas a huracanes y movimientos de la tierra; por todas esas cosas como el encierro forzado, que se supone impactarían la opinión de los pobladores del país, a pesar de ellas. No hay muestras que eso afecte la popularidad del Presidente.
Amlo sigue en lo suyo, hablando sin parar, y fijando la agenda de lo que le parece a él, le reproduce índices de aceptación, sin inmutarse, está seguro que la ignorancia acreditada del pueblo mexicano, su apatía por las cosas que realmente importan, entre ellas la urgente necesidad de un gobierno que ordene la vida colectiva, no van a ni siquiera expresarse.
Lo que tiene Amlo es el afecto de la mitad de la población, hay cariño de toda esa masa que repite que antes estaban muy mal, aunque sigan peor. Que la corrupción no se aguantaba, aunque no haya una persona detenida por esa causa; porque lo de Rosario Robles, si fuera por la "estafa maestra" estaría encerrada con varios rectores con antifaz. Hay muchos acusados verbalmente, pero pocos procesados y aún menos, los juzgados por sus atracos que parecen noveleros; todos, a los que acaso se les detiene son exculpados por jueces ahora rigurosos que enaltecen la "presunción de inocencia", mientras, las autoridades se solazan en acusar y juzgar en los medios, entorpeciendo el proceso y hablando de más, con el fin avieso, que en aras de exponer la información se descomponga la denuncia y salgan riéndose los delincuentes. Y eso no es descuido, está arreglado a propósito para cumplir pactos. Eso parece y eso es, porque la inoperancia lo demuestra.
Entonces de aquí a un año aproximadamente que sean las elecciones intermedias federales "las mas grandes de la historia" como lo dijo el consejero Ciro Murayama con la participación de casi 95 millones de personas (94,800,000), en casi 161,000 casillas, cuatro mil más que en la pasada elección presidencial; en donde se elegirán 21, 368 cargos; entre los que están: el congreso con sus 500 diputados, de los que muchos querrán reelegirse; 15 gubernaturas; 30 congresos locales, es decir, 1,063 diputados estatales; y 1,926 ayuntamientos y juntas municipales; nada parece interponerse en la inclinación del votante en favor de la gente que se considere cercana al objeto de sus afectos políticos, el mismo López Obrador.
La elección del 2021 contratará a más de 50,000 supervisores y capacitadores para esa movilización electoral ¡algo insólito!
A estas alturas de los siete partidos políticos nacionales: Morena, PRI,PAN, PRD, PVEM, PT y MC; dos, el Morena y el PT son aliados; y se habla de una alianza entre el PRI, el PAN y el PRD.
De los cinco partidos nuevos que tienen posibilidad de integrarse a la boleta, Redes Ciudadanas, Fuerza Social México y Encuentro Solidario son abiertamente afines a Amlo, México Libre de la familia Calderón-Zavala y Fundación Alternativa, el antiguo Panal. Sin embargo, hay más de 170 mil firmas no acreditadas, por lo que se supone Fundación Alternativa y Encuentro Solidario, que era Encuentro Social, pudieran estar en condiciones de ser descalificados, así como México Libre, que tuvo problemas en su integración, solo que este partido le sirve al poder, porque divide el voto del panismo.
En septiembre se inician los trabajos formales para esa enorme elección y no se ve una estrategia precisa de los opositores para este evento que, por su magnitud, nunca ha sido tan complejo y tan urgido de recursos, que en el pasado era subvencionados por las artimañas electorales de los gobernadores y de operadores que intermediaban ese dinero desde el centro.
Mientras que, por el lado de Morena, el avance en sostener el ejército electoral ha sido la prioridad del gobierno, mediante los apoyos gestionados y monitoreados por "Siervos de la Nación". Todos los programas: adultos mayores de la forma que se han manejado, sobre las bases de datos del sexenio anterior: jóvenes construyendo el futuro como vigilantes electores del futuro 2021, que ya está en la puerta y los demás programas, tienen como objeto: número uno, recabar información actualizada y con ella recrear redes de control electoral. Nadie ha construido esa narrativa que tanto les preocupa a los aliancistas opositores. Es trabajo, no solo grilla.
Tampoco me parece que tengan los opositores: analistas de las condiciones políticas; ni estructuradores de una discursiva central; no veo un plan de capacitadores de los opositores para cuidar casillas e integrar gente de ellos en las mesas de las mismas. No tienen dinero, y no es negocio, entonces no se hace ese trabajo, se apuesta a alguna catástrofe peor para que la gente que ama a Amlo lo deje de hacer, me parece que si no tienen algo mas estratégico, fuerte y estructurado; no solo van a validar a este gobierno, sino que en la presidencial estará todo perdido.