Columna del 3 de febrero del 2021
La naturaleza de la Alianza Va por México.
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Manejan los enemigos de las Alianzas partidista "Va por México", que esta construcción política persigue reeditar privilegios perdidos. El argumento es falaz; es fantasioso, porque si así fuera, la opacidad que acompaña a toda maquinación premeditada, sería lo que mas se buscaría, clavar a compinches como cómplices de confianza de los manipuladores, para a través de ellos, sacar raja. No digo que en otras ocasiones no se hubiera hecho cuando el margen de maniobra ventajosa, era evidente. Incluso ahora la 4ª. transformación con tanto pelele incondicional, sin recursos profesionales, sin acreditaciones académicas, eso está haciendo hoy en día en todos los niveles que pueden.
De hecho, los de la cuarta, rompieron el año pasado en el 2020, el record en la historia de los últimos cien años de atracos al gobierno. Sencillamente se descubrió que no hay comprobantes por más de 50 mil millones de pesos. El dinero lo sacaron y se lo llevaron a sus bolsas, a lo ancho y largo del gobierno para lo que haya sido, menos para gastarlo legalmente, porque no pudieron comprobar tamaño robo descarado. Peor que nunca.
Para eso sirven los incondicionales, los funcionarios y políticos que como los de Morena, nadie sabe quienes son, porque muchos salieron por sorteo, y lo único que tienen que hacer es el "fraude patriótico" número 2, de la historia de México, donde les recogen parte de lo atracado, para según esto usarlo en lo electoral, para seguir mamando del gobierno. Así de cínicos.
Los funcionarios que impone Morena en todo el país, desde el centro, enviados de Iztapalapa y Chalco, que son temerosos y no quieren jalar parejo, les dicen no pasa nada, ya ven que a los de Peña tampoco les hemos hecho nada, jalas o jalas porque hay muchos de los "servidores de la nación" que quieren bailar al son que se les toca.
Por cierto, cuando ganan sus candidatos en algún estado o municipio del interior del país, desde el Palacio Nacional, les mandan para que ocupen los principales puestos e incluso hasta puestos menores, al lumpen del cinturón de la Ciudad de México, la broza de la chilanga banda, para que no se amilanen en robar en otros estados, donde no los conocen. Eso pasa en todos los gobiernos morenistas, y para muestra un botón: Veracruz, donde inundaron de esa plaga toda la estructura de gobierno y por eso no funciona nada y el robo está a la orden del día. Y no pasa nada...
Pero la Alianza es otra cosa, es un esfuerzo conjunto, al menos así debe serlo, para devolverle a México, su soberanía y la democracia perdida. Y seguramente el lector dirá que se oye muy feo eso de haber perdido la soberanía y la democracia. Pero es la verdad.
Cuando un poder se concentra en sola persona, que se agandalla de otros poderes y se pierde el equilibrio de poderes, se configura una tiranía, y una tiranía se define, como él éxito del tirano sobre el pueblo, que pierde su capacidad de decisión. Todas las figuras son del tirano, el pueblo cuenta como público del circo, despojado de sus facultades libres para decidir el rumbo colectivo. Lo único que prevalece es una simulación de tomar en cuenta a los ciudadanos mediante consultas sin rigor, falsas como una moneda de seis pesos, porque la tiranía les presenta "hechos consumados" y hazle como quieras, porque uno solo es el que piensa, decide y actúa en vez de ti, que no cuentas ni como número, porque con la pandemia promovida en el diseño criminal de la "inmunidad de rebaño", que tiene como consigna: "que se deba morir el que se tenga morir" ya la gente espera su turno, es a lo más que aspira, para que le vacunen lo que sea, en medio del terror que causa la ineficacia del gobierno central . Así nomás.
Por eso la alianza debe recuperar la democracia, porque la esencia de la misma es poder descentralizado, poder repartido, poder equilibrado, eso es la democracia. Y en esta Alianza es lo que empuja prioritariamente: Equilibrar el poder, algo sustancial.
De ese modo "Sí por México" el antecedente de "Va por México" surge de la voluntad de los ciudadanos agrupados en distintas organizaciones que queremos que la democracia se libere de su cautiverio, y por eso el llamado no responde a ninguna maquinación de privilegios, aunque parezca un privilegio recobrar la libertad política.
Los partidos políticos en el compromiso consecuente de Va por México, por lo mismo, deben entender que no se trata de recibir de los ciudadanos una carta en blanco, para decidir de acuerdo con las mecánicas gastadas de poder de grupo y de camarillas, sino un serio acercamiento con los ciudadanos que deben avalar el comportamiento político de los candidatos y partidos, generosamente sumados a restablecer las instituciones, la ley y los derechos políticos, hoy en la práctica secuestrados.
Por eso el esfuerzo de la Alianza debe tener presente en todo el proceso, que, en esta coyuntura histórica, por su trascendencia, los egoísmos quedan fuera de este compromiso, y nuevos rostros con propuestas renovadas, son la ruta inequívoca para traspasar este trago amargo de torpezas y odios exaltados.