Columna del 3 de noviembre del 2021
Oposición sin Opositores IX. El caso Quirino
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Pensé que no valdría la pena escribir sobre lo sucedido con Quirino Ordaz el exgobernador de Sinaloa y la embajada de España, es algo penoso, pero el tema está allí. Recomiendo aparte leer el artículo de ayer de la periodista Elisa Alanís que lo menos que dice es que le dieron una posición a los cárteles a quienes les urge una gente de su confianza en Europa.
El caso de Quirino para mí, sobre todo, es una demostración de la inutilidad de los partidos políticos como instituciones de interés público, de la escasa seriedad del sistema de partidos, de su enorme corrupción e inconsistencia ideológica, porque Quirino para comenzar, siendo el que menos posibilidades tenía de ser candidato, lo fue mediante una componenda con el mercenario Partido Verde, dizque aliado al PRI. Por eso no sorprende mucho lo que ha pasado.
Con Quirino se muestra uno de los modelos de cooptación que Morena utiliza para acabar con cualquier tipo de oposición a su gobierno de tendencias totalitarias. Es una estratagema, es decir no es una estrategia sino un engaño premeditado de parte del poder central coludido con el poder local para burlarse del voto ciudadano. Es algo calcado de la mafia, ellos dicen: "plata o plomo". Obrador dice: "votos o cárcel". La misma metodología.
Vamos por partes, en primer lugar, las mentes escépticas o esclavas se irritarían al leer que México, sí, nuestro México, va derecho a intentar un régimen totalitario, uno que no admite opositores, ninguno.
Otros, los que no saben diferenciar conceptos tampoco creen lo que se está viendo.
Una experta, Hanna Arendt, escribió un clásico: "Los orígenes del totalitarismo", en esa obra, destaca los elementos que usaron esos regímenes para sojuzgar pueblos grandes y fuertes, que no se dieron cuenta que se deslizaban con su consentimiento, a las fauces de formas infernales de dominio político.
Para la estudiosa, los totalitarios usan de tres factores: el terror, la ficción ideológica y la manipulación de la legalidad.
El lector se podrá dar cuenta que el terror empieza cuando el gobierno que es el único que puede combatir el crimen, se alía con este y se incrementa la violencia. Hay una descarada inacción para que la población viva aterrorizada. Eso está planeado. No es casual. El "culiacanazo" fue la inauguración del efecto.
La escasez de medicinas, la gente sin seguridad médica, la promoción abierta a contraer virus diciendo que había que salir y no traer cubre-bocas; la inacción con los grupos vandálicos y el terrorismo fiscal, con la prisión preventiva oficiosa, son parte de ese esquema de aterrorizar a la gente. Nadie, absolutamente nadie pudo hacer eso, sino el gobierno, asustando y permitiendo a los que agravan la paz garantías de impunidad. Analízalo por favor.
En segundo lugar, el gobierno promueve una ficción ideológica, en Rusia era "la dictadura del proletariado"; en Alemania era "el nuevo hombre, la raza superior" y Hitler llegó con el voto del 30% como Obrador. Y aquí, es una entelequia la "cuarta transformación". Lo acaba de decir Paco Taibó 2 uno de sus voceros, "la 4 T no es nada" y también dijo que "Morena no sirve". Son un centro de ficciones, fantasías, rollos sin racionalidad. No son ideas, son ocurrencias engaña bobos, repletas de contradicciones. Pero donde los totalitarismos se diferencian de las tiranías simples, es que mientras éstas rechazan cualquier tipo de legalidad, éstos, los totalitarismos tienen un plan para distorsionar la legalidad, creando un aparato de leyes enredadas y absurdas, regresivas y barrocas, destazando las instituciones jurídicas vigentes para despojar de vida constitucional libre a los ciudadanos, con el fin de concentrar el poder mediante leyes a modo, mentiras a conveniencia e imponer una sola visión, un pensamiento único que rechaza toda oposición y toda expresión libre, que no se someta a sus arbitrariedades.
El objetivo es controlar todo y monopolizarlo: la energía, los fondos, quitarles dinero a los estados y con el nombre de "programas sociales" fundar una servidumbre electoral, e incondicional que avale y defienda el totalitarismo que se quiere imponer.
Por eso se parecen Morena y el PRI, porque ese partido fue fundado exactamente en el auge de los totalitarismos históricos del siglo XX. El nazismo y el comunismo a finales de los años veintes estaban en pleno florecimiento. El PNR el antecesor del PRI tenía esas influencias en aquél ambiente político mundial. Hoy, establecer esas aberraciones es absurdo, aunque López Obrador y Manuel Bartlet, son admiradores de un energúmeno totalitario que gobernó Tabasco tres veces en los años veintes y treintas del siglo pasado, un desquiciado criminal: Tomás Garrido Canabal. Chéquelo por favor en internet.
Por ello el plan incluye quitarle poder a los estados, ¡destruir el federalismo! Ya se los dijo Obrador a los gobernadores morenista entrantes: "a los secretarios de Finanzas y de Seguridad Pública los nombro yo"; él se queda con los mandos para el terrorismo, de esta manera,
aunque estuvieran presupuestados los fondos de aportaciones, sencillamente no fluirán.
Así que el colofón es acabar con las clientelas de los gobernadores salientes, ofreciéndoles a cada exgobernador un hueso y de paso impunidad. En esas están Quirino Ordaz de Sinaloa, Antonio Echavarría de Nayarit, Claudia Pavlovich de Sonora que hicieron triunfar a Morena en lo que les correspondía; y otros, como el que era gobernador de Querétaro, Francisco Domínguez que no logró sacar a su partido el PAN, traicionó al electorado obligando a los diputados panistas a votar por las propuestas de los obradoristas antivida y antifamilia; también espera una chamba.
Una vez producida la traición en abierto, ya se comenta que para las próximas elecciones, Alejandro Murat de Oaxaca y Omar Fayad de Hidalgo como talibanes de corazón que son, quieren sumarse al totalitarismo obradorista folklórico, y se hincan al pensamiento único, al partido único y al líder único, a ver si les da una migaja. Pero sobre todo negocian que no los investigue. Por el momento instigan la división de su partido en sus entidades. Así, o más claro.
Pero solos se acusan los traidores. A Quirino públicamente su protegido y sucesor le dijo, sin pudor, qué él, ve hacia adelante. En otras palabras, sigue la línea de Obrador, que lo atracado, atracado está y que
los de Morena son cumplidores, no cargan a nadie. Se puede ir como Peña a Europa a seguir en los negocios. Porque él, Rocha, va por lo suyo, pues.