Columna del 23 de marzo del 2022
Hay que detener la masacre que despliega Obrador contra México
Jorge Miguel Ramírez Pérez
Si se hubieran conocido -en su momento- los documentos en la computadora de Hunter Biden, el hijo de Joe Biden, otro gallo estaría cantando y Trump en su segundo mandato, probablemente hubiera evitado por todos los medios que se desatara la guerra en Ucrania. Pero en el inexistente mundo de los "hubieras" nada ha pasado; sino lo que los hechos muestran crudamente: la destrucción de zonas antes prósperas aunadas a la muerte de personas. Lo más valioso, la vida de mujeres y hombres, niños y ancianos que fueron arrancados de sus existencias por asuntos que no todos ellos tal vez entendían.
Todo tiene su tiempo decía el sabio Salomón en el Eclesiastés.
Y las oportunidades llegan y vuelan.
El próximo 10 de abril se va a presentar una única oportunidad para intentar parar la destrucción de México. Ese día puede ser histórico. Porque hace muchísima falta que se recupere la dignidad ciudadana y todos, en bloque, resistamos el embate del destructor. Ya ha hecho mucho daño. Y lo sabe y se mofa.
Me remito al nacimiento histórico de la democracia, al primer paso firme en ese sendero, que no se inauguró cuando Vicente Fox ganó la presidencia, sino una década antes en 1989; cuando Ernesto Ruffo Appel del PAN, triunfó en la gubernatura de Baja California, derrotando a Margarita Ortega Villa del PRI. Sin duda la fémina era lo mejor del priísmo bajacaliforniano, su formación y trayectoria moral eran impecables, pero los fardos dañinos que ese partido arrastraba por la pésima administración de Xicoténcatl Leyva el gobernador, fueron la tumba del PRI en Baja California. Carlos Salinas, oportuno y bien informado reconoció a Ruffo en contra de la nomenklatura del PRI y ganó mucho.
En el sexenio anterior a Salinas, el de Miguel de la Madrid, -el padre de uno de los que hoy aspira a ser candidato por el PRI a presidente, Enrique de la Madrid- el proyecto fue precisamente la antidemocracia. Nunca le reconoció triunfos importantes al PAN, prevaleció el criterio fascista de Manuel Bartlet, quien era el secretario de Gobernación. La insignia era barrer contra todo vestigio de opinión o acción crítica. Se jactaban los delamadridistas de obstaculizar a la democracia. No les dejaban un ápice de espacio a los panistas: los medios, los recursos, las leyes y sus instituciones conspiraron contra ellos una y otra vez.
El único mérito fue que no aflojaron. Siguieron luchando.
Y hoy se reproduce con mucho el mismo o parecido escenario: los recursos de poder y el dinero del erario están del lado del régimen. Del otro lado, no hay nada; menos algo sucio con lo que puedan comprar conciencias. La nómina para electores a sueldo -que le dicen programas sociales- está al tope.
La conspiración antidemocrática sigue puntualmente su curso, ya pagaron por adelantado a los votantes. Y los diputados morenistas sacaron un decreto violatorio para obligar a votar el día diez por Obrador. Todos los funcionarios de la llamada 4 T, serán instruidos para que, con listas en mano, sus subalternos tengan que presentarse en las casillas con gente, como en tiempos de Luis Echeverría.
Los medios están al servicio de la intoxicación confundiendo a la gente con las palabras, promueven la palabra ratificación, que no viene en la consulta; en vez de lo que es: una consulta para la revocación.
Unos de mala fe y otros alegando "no hacerle el juego" a Obrador hablan de una insustancial "abstención activa" algo que no pueden explicar por ahora, mas allá de doblar las manos e inmovilizar a los ciudadanos.
El golpe a la democracia está muy claro. No en vano operan con Obrador Bartlet e Ignacio Ovalle, expertos en maniobras echeverristas totalitarias, éste último no solo fue secretario particular del criminal de 1968 y 1971, sino brazo derecho de Raúl Salinas de Gortari en Conasupo, cuando el PRI no tenía nóminas electorales como ahora la 4 T, y daba despensas a cambio del voto. Por cierto, Ovalle se ha distinguido como cabeza de la pésima administración de Segalmex, la Conasupo obradorista de hoy.
Siguen unidos los mismos, nada cambia, a Raúl Salinas le dieron un contrato de mas de 700 millones en el aeropuerto de la ignominia. Cobra la renta del PT a Obrador, a través de su incondicional Alberto Anaya, ambos teóricos de "línea de masas".
Así que, Obrador tiene el sartén por el mango, no necesita que nadie le haga el juego, le han dejado toda la baraja. Se burla, es un provocador profesional, maquina inquinas, practica terrorismo sicológico, como el de meter garnachas a las instalaciones del aeropuerto de la ignominia. Sigue diariamente dividiendo a los mexicanos con cualquier el pretexto, como el de las preferencias de las hamburguesas o las tlayudas. Un poseído de la maldad intrínseca.
La gravedad de los daños infligidos en estos tres años no se podrá resolverse con facilidad. El voto del 2018 ha infectado todo.
Y no hay que hacerse bolas, le quedan 30 meses para destruir México: ya carga un déficit de cerca de 65 mil millones de pesos, de lo que se sabe. Ya no tiene dinero, no tiene para medicamentos, ni para cubrir las plazas de los servicios de los outsourcing cancelados; necesita dinero para el tren maya que se disparó; así como para lo de Dos bocas y el Transístmico. Los pleitos de la extorsión y la corrupción de la 4 T están a la orden del día y todo se dirige a involucrar al inquilino de Palacio. Cada mes se fugan capitales y la inflación está incontrolable.
Los capos son operadores electorales y planean unificarse los grandes cárteles en reuniones cúspide en Colombia. Ganan cada vez más territorio y el gobierno, ¡muy bien gracias!
En el proyecto de la dictadura sin freno. Nadie se opone, los que no lo quieren, más de la mitad de la población son convencidos a aguantar que termine la masacre contra México en los 30 meses de destrucción que le faltan.
Analiza, piensa un poco, la reconstrucción del desastre va a tomar mucho tiempo, tu no herdaste este caos, tus hijos no merecen este trato. Hay que sacar la casta como lo hicieron los que en el siglo pasado contra todas las adversidades ¡no aflojaron!, ¡lucharon con denuedo!, sin los medios, sin los aparatos de poder, solos, con la esperanza de darle a sus hijos un futuro mejor. Ahora es el tiempo de sacar la casta y arrojar al destructor del poder el día diez, ¿vale?