LOS MOCHIS.- (El Diario) Mientras el número de desempleados crece en esta ciudad, los sindicatos pierden su fuerza. Sólo les queda esperar a la apertura de nuevos negocios para que su existencia tenga algún sentido. Es una mañana más para uno de los líderes sindicales con más antigüedad en Los Mochis. Nicolás García Castillo arriba a su oficina y recuerda, con un dejo de benevolencia y simpatía, cómo era la vida sindical en los tiempos de Fidel Velázquez, de cómo los sindicatos mostraban su fuerza en las políticas públicas. Sí, era una época de luchas sindicales, reivindicaciones de obreros y defensoría del contrato colectivo. Ahora el líder acude, como parte de sus deberes, a una oficina prácticamente desierta, con muebles vetustos y escasos. Da entrevistas de vez en cuando. Su voz, hasta hoy potente, contrasta con una actitud cansada. Y acepta ya no es posible negar lo que es visible: una pobreza creciente bajo la fusta del desempleo