LOS MOCHIS.- (El Diario) A pesar de las actividades que llaman a una mayor participación de la ciudadanía en las elecciones del 7 de Julio, las pugnas por el poder, la falta de información en el público, y los delitos electorales, contribuyen a perpetuar las viejas prácticas que entorpecen una democracia todavía en pañales. En la antesala de los comicios, los órganos se preparan a fin de tener unas elecciones limpias. Una mayor participación de la ciudadanía en estos procesos forma un muro de contención, para las prácticas ilegales, como lo son el robo de casillas y la compra del voto, entre otras. La compra del voto está contemplada como uno de los delitos electorales. Tanto los candidatos, como los ciudadanos que incurran en éste serán objeto de la sanción correspondiente, dijo Yasmina Sandoval Martínez, presidenta del Cuarto Consejo Distrital Electoral. Por su parte, el consejero de la Comisión Estatal Electoral –CEE- Andrés López Muñoz afirmó que la compra del voto es un delito que “difícilmente se puede documentar”. Son dos millones de electores en Sinaloa es “imposible que se pueda comprar esa cantidad”, dijo. Luego aclaró: “No se puede decir que no pudiera darse, pero no es un asunto generalizado”.