Otra vez, al igual que en los 31 años previos, miles de jóvenes tomaron por asalto el centro geográfico de la nación para, de nueva cuenta, levantar la voz en favor de la construcción de un México mejor en el que, en contraste con lo que parecen pensar muchos, no tienen cabida ni los políticos incongruentes ni quienes, encaramados en el poder, hablan de honestidad y viven de la corrupción, los que promueven leyes que asesinan a miles de pequeños indefensos en el vientre de sus madres o, por sólo citar otro caso, los que promueven el “caos cívico” como alternativa ante la difícil situación de inseguridad y violencia que se vive en el país…
Más de 30 mil jóvenes católicos, según los organizadores, miembros del Movimiento “Testimonio y Esperanza”, efectivamente, llegaron ayer hasta la cima del emblemático cerro del Cubilete, en Silao, para postrarse ante el monumental Cristo Rey y, desde ahí, lanzar un nuevo ¡Ya Basta! que, como el que en su momento, hace no muchos meses, proclamaron cardenales, obispos y arzobispos mexicanos, aspira a recibir una respuesta clara y contundente de los tres niveles de gobierno.
Provenientes de todos los rincones del país, los jóvenes iniciaron el ascenso al monumento desde la madrugada y a media jornada, tras participar en la celebración litúrgica, encabezada por el representante del papa Francisco en México, Christophe Pierre; el arzobispo de León, Alfonso Cortés, y el obispo de Veracruz, Luis Felipe Gallardo, dieron lectura a una proclama que, dirigida al presidente Peña Nieto y al secretario de Gobernación, Osorio Chong, a dirigentes y candidatos de las distintas fuerzas políticas y al ombudsman nacional, a los presidentes de ambas Cámaras, para exigirles que asuman su responsabilidad en la recuperación de la paz perdida y la justicia (muy frecuentemente) negada…
En ese marco, y en respuesta a la invitación del nuncio apostólico a “mantener la esperanza de que es posible edificar un país más justo y pacífico… en la situación actual por la que atraviesa la nación, de vivir en la incertidumbre y el miedo a la violencia”, los jóvenes plantearon:
¡Basta ya! de autoridades que se autoengañan y nos quieren engañar esperando que creamos que hay paz cuando no es así. Basta de tener que vivir con miedo permanente en (un país en) el que es peligroso ser sacerdote, periodista, deportista, empresario o simplemente ciudadano…
Basta ya del enriquecimiento ilícito de seudopolíticos que en forma impune dejan de lado el bien común para buscar el bien propio, olvidando las necesidades de la población…
Basta ya de partidos políticos que permiten contender a candidatos de dudosa autoridad moral, de campañas engañosas y de despilfarros al margen de la ley…
Basta ya de “maestros” que alteran el orden público y dejan sin clases a miles de niños, que han cambiado el aula por manifestaciones y enfrentamientos… de la violencia ejercida contra los más indefensos, los niños en el vientre materno.
Fueron más de 30 mil voces de jóvenes católicos, dirigentes de organizaciones cercanas a la población, jóvenes finalmente…