México no ha tenido buenos resultados en los últimos 15 años en la prueba internacional que aplica la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) para medir el avance en la calidad de la educación, porque mantiene un modelo educativo “deficiente”, en cuyo interior gobiernan “relaciones perversas”, coinciden investigadores.
A propósito de la prueba PISA (Programa Internacional para la Evaluación de Estudiantes), que se aplicará en este año a alumnos de 15 y 16 años —que completaron su educación básica—, investigadores de la UNAM, la UAM, El Colegio de México y la Universidad Pedagógica Nacional afirman que no se ha transformado el modelo educativo memorístico a uno que sea capaz de preguntar y pensar, y por ello esos resultados.
Al presentar su informe Apuesta para el crecimiento 2015, la OCDE enfatizó que el rezago educativo es una de las barreras que frenan el crecimiento económico. Urgió al país a avanzar en esa materia y a fortalecer el Estado de derecho.