(PERIÓDICO LOGOS) Las palabras que se usan para imposición de cenizas son “recuerda que polvo eres y en polvo te convertirás” o “arrepiéntete y cree en el Evangelio”
La ceniza no es un rito mágico, no nos quita nuestros pecados, para ello tenemos el Sacramento de la Reconciliación. Es un signo de arrepentimiento, de penitencia, pero sobre todo de conversión. Es el inicio del camino de la Cuaresma, para acompañar a Jesús desde su desierto hasta el día de su triunfo que es el Domingo de Resurrección. Debe ser un tiempo de reflexión de nuestra vida, de entender a dónde vamos, tiempo de analizar como es nuestro comportamiento con nuestra familia y en general con todos los seres que nos rodean.
Antiguamente los judíos acostumbraban cubrirse de ceniza cuando hacían algún sacrificio y los ninivitas también usaban la ceniza como signo de su deseo de conversión de su mala vida a una vida con Dios. Ayer, en su mensaje, el obispo de Culiacán, Jonás Guerrero Corona llamó a la población para que conserven la fe y transmitan de generación en generación las tradiciones católicas.