En este tiempo de Cuaresma, durante el cual se prepara la celebración del acontecimiento de la cruz y la resurrección, el Obispo de la Diócesis de Culiacán Jonás Guerrero Corona llamó a los feligreses a vivir este tiempo para renovarse alentando la fe y reavivando la caridad al prójimo.
Al comenzar hoy la Cuaresma dijo que el Miércoles de Ceniza es para los católicos día de ayuno y abstinencia, se realiza la imposición de la ceniza a los fieles que asisten a la Iglesia. Este día da inicio a la "Cuaresma" 40 días de preparación para la Pascua- comienza el Miércoles y concluye el Domingo de Ramos.
Las cenizas se elaboran de la quema de los ramos del Domingo de Ramos del año anterior y son bendecidas por el sacerdote y colocadas en la cabeza o la frente de los fieles, como signo de la caducidad de la condición humana y se repite la frase "recuerda que polvo eres y en polvo te han de convertir.
Con el Miércoles de Ceniza, reiteró Guerrero Corona, damos inicio al camino cuaresmal, son 40 días en los que estaremos más cerca de Dios, es el camino gozoso hacia la Pascua, en el que los dos primeros domingos de Cuaresma dan la pauta de este santo tiempo.
En el primer domingo, explicó, Jesús vence el mal y la tentación y quien tiene la última palabra no es el maligno y la última palabra para los que tenemos fe la tiene Dios, y este tiempo nos lleva siempre en esta certeza y la vivimos con esta visión y en este horizonte.
El segundo domingo es el de la Transfiguración de Cristo en el Monte Tabor, que habla de una Cuaresma que transforma, capacita y habilita para ser hombres y mujeres distintos. Esas dos grandes noticias permean toda la Cuaresma".
Aseguró que este tiempo es muy importante para todos los católicos que entran en el proceso de renovación, es decir, ser hombres y mujeres nuevos en Cristo, por obra del Espíritu Santo. "Una Cuaresma, motivante y desafiante porque todos vamos a estar haciendo nuestro examen de conciencia.
Es tiempo, dijo de que hagamos un examen de conciencia ¿cómo quiero llegar a la Pascua próxima?, ¿quiero llegar renovado, transfigurado, capacitado para que no venza el mal sino Cristo, con todos los valores del Evangelio y toda la vitalidad del Espíritu Santo?
El Prelado recalcó que la ceniza que se colocará en las frentes de los cientos de católicos que el día de hoy se dan cita a las parroquias, no transforma por sí sola al ser, sino que la transformación viene con la palabra y los sacramentos; la ceniza urge y desafía a vivir esta etapa del año como debe ser.
No queda más que esperar que los feligreses estén disponibles a escuchar la palabra de Dios y dejar que la Iglesia ponga ceniza sobre su frente, para vivir así el tiempo de camino hacia la Pascua, concluyó el Jerarca.