Los ataques de Rusia apoyan a Turquía en la batalla contra ISIS.
Alianza evita los EE.UU. A medida que la brecha se cura, algunos ven tratos para proteger a Assad y rechazar a los kurdos.
Aviones de guerra rusos han llevado a cabo ataques aéreos para apoyar la ofensiva de Turquía en el norte de Siria contra el Estado islámico, una evolución importante en una asociación ruso-turca en ciernes. La profundización de los vínculos amenaza con marginar a Estados Unidos en la lucha por dar forma al destino final de Siria.
Las misiones aéreas, que tuvieron lugar durante una semana cerca de la ciudad estratégicamente importante de Al Bab, representan el primer uso del Kremlin de su poder militar para ayudar a los turcos en su lucha contra el grupo militante. Los rusos aprovecharon una oportunidad para intentar construir una relación militar con Turquía, un miembro de la OTAN, ya que los Estados Unidos han tratado de mantener el énfasis en tomar Raqqa, el capital autodeclarado del Estado islámico.