Peña complace a Sicilia, no a Martí.
Promulga la Ley de Víctimas, “que es perfectible”; se acabaron “oídos sordos”, ofrece.
Peña complace a Sicilia, no a Martí.
Promulga la Ley de Víctimas, “que es perfectible”; se acabaron “oídos sordos”, ofrece.