Por Silvia del Valle
Esta dirección de correo electrónico está protegida contra spambots. Usted necesita tener Javascript activado para poder verla.
En el marco del comienzo del año de la misericordia y Papa Francisco nos da un mensaje claro y concreto a los padres de familia.
Y dentro del mensaje, citando a San Juan Pablo II, nos anima a perseverar en «su deber y derecho primario e irrenunciable de educar a sus hijos.
Por eso hoy te quiero compartir mis 5Tips para lograr en tan grande misión.
PRIMERO. Observa a tus hijos para que los conozcas bien.
Si nosotros somos unos padres ausentes será difícil poder educar a nuestros hijos. Y con esto no quiero decir que debamos estar con ellos en todo momento.
Si no que debemos tener momentos para convivir y borde observar sus actitudes y formas de reaccionar ante los diferentes aspectos y acontecimientos que la vida les presenta.
Con 10 minutos al día que podamos platicar con ellos podremos lograr este objetivo, pero que sean de calidad, es decir, con toda nuestra atención. De nada sirve que estemos con ellos todo el día si no les prestamos la atención que requieren en los diferentes momentos de la vida.
Si trabajamos, es necesario que nos organicemos para tener esos 10 minutos al día y si por alguna razón no podemos hacerlo, debemos buscar compensar esto en nuestro día de descanso o en algún momento de la semana.
SEGUNDO. Busca siempre estar atenta a sus necesidades.
Como parte de nuestra labor como padres es estar al pendiente de las necesidades, tanto físicas como emocionales y espirituales de nuestros hijos.
Hay muchas formas de estar al tanto de lo que necesitan nuestros hijos, una forma puede ser platicando con ellos.
Es bueno buscar poder tener un momento de platica con nuestros hijos, nosotros lo logramos con una junta de recapitulación antes de cenar para ver cómo les había ido a nuestros hijos en el día y cuáles eran sus necesidades.
TERCERO. Fomenta sus cualidades.
Una vez que sabemos lo que necesitan nuestros hijos y que los hemos observado, estamos listos para ayudar a fomentar y desarrollar al máximo las capacidades de esta forma lograremos mejores resultados.
Si buscamos que todo lo aprendan por medio de sus gustos y capacidades sobresalientes lograremos que el aprendizaje sea grato y por lo mismo duradero.
Por ejemplo, uno de mis hijos aprendió las capitales del mundo porque venía el mundial y quería saber más sobre las selecciones del mundo.
Hasta ahora ubica perfectamente los países y sus capitales.
CUARTO. Apuntala sus debilidades.
Como sabemos cuáles son sus capacidades predominantes también tendremos presentes sus debilidades o áreas de oportunidad.
Es así que tenemos la oportunidad de apuntalar esos puntos que le cuestan más trabajo a nuestros hijos.
Y lo mejor de todo es que lo podemos hacer en el mejor entorno que es la familia, donde nuestros hijos no sentirán pena de equivocarse o de expresar sus dudas.
Nosotros tenemos la ventaja de que todo lo que hacemos por nuestros hijos lo hacemos con y por amor.
Y QUINTO. Ámalos al grado de querer educarlos lo mejor posible.
Una de las cuestiones que mucho me dicen es que no tenemos la capacidad de educar a nuestros hijos por eso dejamos que los eduquen otros.
A esto siempre les contesto que por algo Dios nos confió a nuestros hijos, que el nos da las capacidades para poderlos educar y que además podemos apoyarnos en la escuela, pero los principales educadores de nuestros hijos somos nosotros.
Cualquier falta de instrucción escolar se ve minimizada por la gran carga de amor que les tenemos a nuestros hijos y de ahí podemos partir para buscar lo mejor para ellos.
Recordemos que nuestros hijos están confiados a nosotros para que los eduquemos, los amemos y los hagamos felices.
Y si esto implica el apoyo de algunas personas, tomaremos la mejor decisión y tomaremos las opciones de apoyo con las que contemos.
Pero siempre con el principal objetivo que es educarlos de la mejor manera para lograr formar peregrinos de este mundo, pero principalmente ciudadanos del Cielo.