Por Silvia del Valle
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El Papa Francisco vino a nuestra Patria a traernos un mensaje a cada uno de nosotros y a la familia, no fue la excepción.
En Tuxtla Gutiérrez, Chiapas se reunió con miles de familias y algo de lo que nos dijo fue que debemos "echarle ganas" y pedirle al Espíritu Santo que nos ayude a "echarle ganas" a la vida familiar.
Además nos dijo que "Es cierto, vivir en familia no es siempre es fácil, muchas veces es doloroso y fatigoso, pero creo que se puede aplicar a la familia lo que más de una vez he referido a la Iglesia: prefiero una familia herida, que intenta todos los días conjugar el amor, a una familia y sociedad enferma por el encierro o la comodidad del miedo a amar.
Prefiero una familia que una y otra vez intenta volver a empezar, a una familia y sociedad narcisista y obsesionada por el lujo y el confort."
Por lo mismo nosotros debemos tratar de aplicar en nuestras familias sus recomendaciones.
Y para lograr tener una familia en camino, en pie de lucha y así evitar el conformismo y la comodidad te dejo 5Tips para intentar poner en práctica lo que SS Francisco nos ha pedido.
PRIMERO. Busquemos momentos de convivencia.
La vida cotidiana y él ritmos de actividades que llevamos no nos permiten tener muchos lamentos de convivencia familiar.
Si nuestros hijos están pequeños es más fácil esto pero si nuestros hijos están ya más grandes, esto puede resultar una tarea titánica.
Es por esto que debemos establecer algunos momentos de convivencia familiar, donde debemos estar presentes todos los miembros de la familia.
Una de las comidas al día es lo recomendable, por ejemplo nosotros lo hacemos al medio día, en la comida, todos debemos estar presentes; pero unos amigos lo hacen en la cena y es el momento de convivencia familiar.
Nunca falta alguna invitación para alguno de los hijos, pero ellos ya saben que de preferencia buscamos estar todos reunidos en la comida.
SEGUNDO. Tengamos un canal de comunicación para todos los miembros de la familia.
La comunicación es la base de un buen desarrollo familiar porque de esta depende el día a día.
Es por esto que necesitamos que nuestros hijos sepan que pueden hablar con nosotros en todo momento.
Y si están establecemos formas o caminos para lograrlos es mucho mejor, así nuestros hijos ya sabrán que deben hacer para lograr decirnos lo que quieren comunicar.
Una forma muy sencilla es escribiendo una carta y entregándola a los papás.
Pero la mejor forma es que nuestros hijos sepan que e pueden platicar con nosotros cuando lo necesiten.
Nosotros establecimos que si nos dicen "tiempo fuera" se entendía que necesitaban hablar en lo privado u con tiempo para explicarnos sus cosas.
Solo es cuestión de organizarnos.
TERCERO. Pongamos atención en las reacciones de nuestros hijos.
Un buen termómetro de cómo están las relaciones en la familia son nuestros hijos ya que ellos perciben el buen o mal ambiente y transforman su estado de ánimo.
Si vemos reacciones raras o poco comunes en nuestros hijos seguro hay algo que arreglar en familia.
Y es aquí donde aplica lo que el Papa nos dice, "prefiero familias heridas" porque para darse cuenta de que algo pasa y hay que corregir seguro terminaremos heridos y dolidos, pero depende de nosotros el volver a empezar.
CUARTO. Reconozcamos nuestros errores.
Para volver a empezar primero es necesario reconocer que los equivocamos y que es necesario un cambio de parte de nosotros.
Todo esto duele mucho, porque el orgullo, cuando hay que hacerlo a un lado, duele mucho; pero es necesario que seamos valientes y nos atrevamos a reconocer nuestros errores y además que estemos dispuestos a corregirlos.
Si enseñamos a nuestros hijos a actuar así desde el principio seguro a ellos no les costara tanto trabajo porque lo verán como lo más normal.
Y QUINTO. Tengamos el valor para reconocer cuando hay que volver a empezar.
Para una madre de familia o un padre de familia, reconocer que hay que volver a empezar es algo terrible y devastador porque es reconvierte que todo lo que se ha hecho no ha servido y que es necesario volver a empezar pero es de valientes lograrlo.
Y cuando hay que hacerlo frente a los hijos es peor.
Es por esto que en muchas ocasiones se necesita de alguien externo que nos ayude a discernir y comprender lo que pasa para después poner manos a la obra.
Cuando nuestros hijos ven que estamos dispuestos a volver a empezar su autoestima sana y les damos una gran alegría ya que comprenden que estamos dispuestos a todo por ellos y por él bienestar de la familia.
No cabe duda que el Papa Francisco ha venido a traer un mensaje de paz y misericordia para todos y también para nuestras familias tan atacadas y lastimadas actualmente, pero este mensaje nos trae esperanza y reconciliación.
Nos da una nueva perspectiva de que no existen familias perfectas pero si familias dispuestas a hacer todo lo posible para mantenerse unidas y llenas de amor.