Por Silvia del Valle
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La sociedad nos invita a ser felices en todo momento. Y no sólo los que están lejos de Dios, sino también algunos católicos que nos dicen que nuestro fin último debe ser buscar la felicidad y este concepto está mal.
Porque entonces podemos justificar caer en placeres del cuerpo y vicios porque es lo que me da felicidad.
Si cambiamos esto y en su lugar nos ponemos como objetivo de vida hacer el bien, la felicidad viene por añadidura.
Por eso hoy te dejo mis 5Tips para educar a nuestros hijos para hacer el bien.
PRIMERO. Acostumbra a tus hijos a hacer las cosas sin querer algo a cambio.
A veces mal educamos a nuestros hijos prometiendo algo a cambio de su obediencia y no nos damos cuenta que nos estamos echando la soga al cuello porque con el pasar del tiempo se volverán nuestros tiranos.
Debemos acostumbrar a nuestros hijos a obedecer por el simple hecho de que se les pidió algo.
Podemos darles una pequeña explicación y los motivos por lo que obedecer y hacer lo que les pides es necesario y es lo mejor para ellos.
Ellos deben aprender a obedecer para obtener el mayor bien posible.
SEGUNDO. Que aprendan a discernir qué es lo mejor en cada momento.
Es muy importante poder distinguir entre comprender y discernir.
Para comprender solo es necesario escuchar o leer bien, pero para discernir es necesario analizar la situación y encontrar la mejor opción.
Para nuestros hijos puede ser algo complicado m, es por eso que necesitamos enseñarlos a discernir poco a poco y constantemente a lo largo de la vida.
Si comenzamos desde pequeños es mejor, pero nunca es tarde para implementar el discernimiento en nuestras vidas y en la de nuestros hijos.
Primero deberán discernir lo que es bueno y lo que es malo y después deberán discernir lo que es mejor en cada situación.
Podemos comenzar ayudando a nuestros hijos con el análisis de las situaciones y guiarlos para que ellos lleguen poco a poco a la conclusión correcta.
Debemos recordar que esto es un proceso y que debemos tener paciencia.
TERCERO. Que busquen siempre el mayor bien posible.
La sociedad nos invita siempre a ser felices y a tener lo que nos da placer, pero debemos educar a nuestros hijos para que busquen hacer siempre el mayor bien posible.
Y esto implica que nosotros debemos estar muy pendientes de lo que necesitan nuestros hijos para guiarlos y que ellos mismos puedan optar por el mayor bien posible.
Debemos estar conscientes de que no siempre el mayor bien posible es lo que nos da más placer, pero si es lo que más nos conviene para nuestro mejor desarrollo como persona y como familia.
Debemos enseñar a nuestros hijos a buscar siempre el mayor bien posible.
Con mis hijos lo que hacemos, no importa que ya sean adolescentes, los hacemos reflexionar sobre las diferentes opciones y los pros y contras que tiene cada una.
Y después los dejamos que ellos tomen la decisión, siempre asumiendo la responsabilidad de sus actos.
Cuando estaban más pequeñitos, además les ayudábamos a tomar la decisión guiándolos un poco para lograr la mejor decisión y la que estuviera más encaminada a hacer el mayor bien posible.
CUARTO. El mejor lugar para poner todo esto en práctica es la familia.
Es bueno tener en cuenta que la familia es el lugar privilegiado para vivir los valores y poner en práctica las virtudes.
Así que es el lugar ideal para buscar y practicar hacer el bien logrando así encontrar la felicidad, no sólo para cada uno sino también para la familia en su conjunto.
Además, hay un factor súper importante que se debe tomar en cuenta, en la familia el factor que nos une es el amor, de tal forma que todo lo que hagamos estará impregnado de amor.
Y QUINTO. Que nuestro ejemplo sea su mayor bien.
Como padres debemos tener en cuenta que educamos en todo momento, aun cuando no tengamos el propósito de educar.
Es por esto que debemos tener cuidado de que nuestro ejemplo siempre sea bueno y este encaminado a encontrar el mayor bien posible para nuestra familia.
Las acciones educan mil veces más que las palabras así que debemos buscar ser congruentes y actuar siempre buscando el bien para lograr así la felicidad de la familia.
Porque nadie puede ser más feliz que el que hace el bien por los otros y cuando los otros son nuestra familia ¡tendremos la felicidad perfecta!.