Por Silvia del Valle
@TipsMama5Hijos
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Es muy común que nuestros hijos se lleguen a sentir mal cuando papá y mamá tenemos algún tipo de problema o alguna diferencia de opinión, en mis chas ocasiones tienen algún cambio de actitud o de conducta que modifica gravemente su desarrollo personal, pero es muy importante ellos comprendan a la perfección que no son los responsables de tales actos nuestros.
Para esto es muy importante poner todo nuestro empeño en que les quede muy claro y además tomar las siguientes medidas para fortalecer la autoestima de nuestros hijos y que así sepan que hacer en estos caso, por eso aquí les dejo mis 5Tips para lograr que nuestros a hijos no les afecten los problemas de papá y mamá.
PRIMERO. La ropa sucia se lava en casa.
Es muy importante que nosotros, los adultos, aprendamos qué hay momentos y lugares para ventilar nuestros problemas.
El Facebook, Twitter y cualquier red social no es el lugar adecuado.
Es en la privacidad del hogar y en la intimidad de la habitación donde se pueden ventilar los problemas o las diferencias de opinión para que nuestros hijos no sean testigos de dichas diferencias y así no asuman culpas que no les corresponden.
Si publicamos todo en las redes sociales es muy probable que alguno de los compañeros o amigos de nuestros hijos lo vean y les puedan comentar haciéndolos sentir peor por no estar enterados de lo que sucede en casa.
Es importante buscar entonces el momento y el lugar oportuno para ventilar las diferencias y aclarar los problemas, por muy profundos o graves que estos sean.
Si en algún momento se nos escapan algunos gritos o actitudes violentas es importante hacerles saber a nuestros hijos que en ningún momento este evento tiene que ver con ellos y que somos nosotros los papás los responsables de tal evento.
SEGUNDO. Nuestros hijos no deben intervenir.
Si desafortunadamente nuestros hijos están presentes cuando discutimos o tenemos alguna diferencia entre los papás es muy importante que nuestros hijos no opinen y menos que tomen partido por alguno de los dos ya que de esta forma los estamos obligando a escoger y para ellos eso es muy difícil.
Por ningún motivo debemos provocar nosotros que ellos den su opinión o que aporten alguna prueba de lo que estamos diciendo.
Es un error grande hacerlo porque entonces los estamos incluyendo en el pleito y la afectación psicológica es grande y las consecuencias serán tremendas porque ellos se sentirán culpables del pleito de los papás.
Cuando nuestros hijos quieran intervenir es necesario que nosotros les invitemos a no participar y sobre todo que les transmitamos afecto y atención. Con esto aminoramos un poco el daño que les hacemos al discutir frente a ellos.
TERCERO. Cuidado con los sentimientos de culpa.
Es importante observar a nuestros hijos en todo momento, pero más después de un episodio de violencia familiar o de alguna discusión por pequeña que está sea.
Entre más pequeños son nuestros hijos más fácilmente se pueden sentir culpables y por lo mismo es muy importante estar ahí para explicarles la realidad de las cosas.
También es bueno observar sus actitudes para con los otros hermanos y con los compañeros, ya que es muy probable que sea con ellos con quienes saquen esa sensación de frustración o de enojo por lo que ha sucedido en casa.
Cualquier cambio de estado de ánimo es un foco rojo para poner atención.
CUARTO. Que nuestros hijos no nos sirvan de pretexto.
En muchas ocasiones, los "adultos", es decir los papás, usamos de pretexto a nuestros hijos para hacernos daño o para obtener lo que queremos en una discusión o en algún problema familiar grave.
Nuestros hijos no son mercancía de cambio que nos sirve para obtener lo que queremos. Nuestros hijos son personas que tiene alma y que tiene personalidad y por lo mismo pueden tomar las cosas de diferente manera entre si por lo mismo no debemos involucrarlos ni para bien ni para mal.
Para que haya pleito se necesita de dos y por lo mismo es importante que alguno de los dos tenga muy claro que los hijos no son culpable ni son mercancía para que así, estén a salvo de tal episodio.
Y QUINTO. Busquemos la solución lo antes posible.
Conforme pasa más tiempo, es necesaria mayor comunicacion y mayor empeño para solucionar los problemas que se suscitan en la familia y por eso también requieren de mayor voluntad de parte nuestra para encontrar la mejor solución.
Casi siempre, el que está más tranquilo es el que puede pensar mejor y por lo mismo es quien debe actuar como tranquilizante para los hijos y también, para tratar de armonizar el ambiente para llegar a acuerdos.
No debemos olvidar que el que tiene la capacidad de mantener la calma y perdonar pronto es el que tiene más madurez y sobre todo el que ama más.
Ojalá que tengamos la capacidad de cuidar a nuestros hijos evitándoles vivencias violentas que los marcarán para toda la vida y que les generarán gran inseguridad.
No seamos egoístas, busquemos el bien de nuestra familia y no el propio. Recordemos que educamos en todo momento y nuestros hijos aprenden como reaccionar ante los eventos de la vida, conforme reaccionamos nosotros.
Seamos responsables y amemos mucho a nuestra familia.