Por Silvia del Valle.
@TipsMama5Hijos
Hoy quiero tocar un tema de salud y prevención. Se trata de la salud de los dientes de nuestros hijos.
En muchos casos las caries no se ven hasta que producen dolor y esto pasa cuando ya están muy grandes, por eso debemos prevenirlas desde muy pequeños. Aquí les dejo 5 tips para cuidar los dientes de nuestros hijos.
PRIMERO. EVITA LOS DULCES
Como niños nuestros hijos tienen una fascinación por los dulces pero en realidad son muy dañinos para su salud y también para sus dientes.
Las bacterias que causan las caries se alimentan del azúcar que tienen los dulces y por lo mismo crecen cuando comen dulces.
Mis hijos no pueden comer dulces después de comer ya que además los aceleran mucho y no pueden dormir bien.
Además algunos son muy duros y si los muerden pueden fracturar los dientes.
Y por dulces podemos entender caramelos, chocolates, panes con glaseado, gelatinas, postres y todo que tenga grandes cantidades de azúcar.
También debemos tener cuidado con los ácidos ya que desgastan el esmalte que es como la capa protectora que tienen los dientes y los vuelven más vulnerables a las caries.
Otros efectos de un esmalte desgastado es que los dientes se vuelven hipersensibles y nos duelen si tomamos cosas muy frías o muy calientes.
SEGUNDO. SI SON BEBÉS, QUE NO SE DUERMAN TOMANDO LECHE.
Con mis hijos cuando eran pequeños tuve ese problema y el pediatra me dijo que debía quitarles esa costumbre por lo que les cambie la leche por agua natural. Al principio, me costo trabajo porque no querían el agua pero después de unos días lo logré.
La explicación que me dio el pediatra es que la leche tiene endulzantes aún cuando la leche no tenga sabor. Y esos endulzantes se quedan en la boca y en los dientes durante toda la noche, así que las bacterias tienen un festín por muchas horas seguidas y por lo mismo las caries crecen.
Lo mismo aplica para los jugos y bebidas saborizadas.
TERCERO. QUE SE CEPILLEN LOS DIENTES
Esto es muy importante porque es como si barrieran la casa. Debemos acostumbrar a nuestros hijos a que se laven los dientes tres veces al día, pero si no es posible por las actividades propias de cada familia por lo menos dos y la que es indispensable es antes de acostarse, para no darle a las bacterias oportunidad de que se alimenten toda la noche.
Además debemos acostumbrarlos a que se los laven también después de comer dulces aunque sea a media tarde.
Para esto hay cepillos de dientes para todas las edades, incluso para los bebés que les acaban de salir los dientes, son de plástico y se meten en el dedo de la mamá así puede ella cepillar los dineritos de los pequeñitos. Es importante usar el cepillo adecuado a la edad de nuestros hijos.
Sólo es cuestión de formar el hábito y después lo harán por costumbre y sin tener que andarlos persiguiendo. Mientras, podemos poner un calendario de cuadros grandes para que pongan una palomita cada vez que se laven los dientes así podrán darse cuanta si lo están haciendo y cuantas veces lo han logrado.
CUARTO. QUE TOMEN LECHE Y SUS DERIVADOS.
Una forma te tener dientes sanos y fuertes es que nuestros hijos tengan una cantidad adecuada de calcio y la mayor fuente de calcio es la leche y sus derivados.
El médico me dijo que el yogurt permite absorber mejor el calcio y a mis hijos les encanta así que cenan yogurt con cereal, galletas, granola o arándanos.
Otros alimentos que nos proporcionan calcio son las tortillas así que sí nuestros hijos son alérgicos a la leche pueden sustituirla con tortillas.
Y QUINTO. VISITA AL DENTISTA
Es muy común que por nuestro ritmo de vida o por las límitaciones económicas, evitemos las visitas al dentista y sólo vayamos cuando hay dolor, pero es importante que nos hagamos el hábito de ir a una limpieza y revisión por lo meso cada seis meses.
Debemos verlo como una inversión y no como un gasto ya que si prevenimos las caries no tendremos que gastar en costosos tratamientos para tratar de salvar los dientes de nuestros hijos.
Y esto aplica también para nosotros los papás porque la mejor forma de formar hábitos es con el ejemplo. Así que… ¡a quitarnos el temor de ir al dentista!