Por Arturo Cuevas
@elArtuvis
Aún con la resaca de las fiestas decembrinas, los kilos mal puestos en el cuerpo y la lista reciclada de propósitos de año nuevo es necesaria la planeación del año que ya estamos viviendo. La planeación (mas que propósitos de dietas, lecturas, y dejar vicios atrás) me permite tener objetivos claros, reales y alcanzables.
Eso sí, solo cosas que yo mismo pueda hacer, pues es bien fácil culpar a la economía nacional, al desempleo o a la falta de tiempo del modo descarado con el cual siempre hacemos la misma lista de deseos de cada año.
Ya elegí los conciertos del año a los que quiero asistir, ya me impuse una meta (con incremento al 2013) de kilómetros por correr y ya estoy trabajando en esas pequeñas mejoras a la casa (que siempre dan tanta flojera) ya veremos en diciembre si se han cumplido, no me gusta nada cambiar focos.
Pero además de eso este año espero tener un cambio mas profundo. Dejar a un lado nuestra obsesión por creer que el cambio de año es mágico y será diferente.
Una cosa es clara, este año que viene será igual (al menos por probabilidad) entonces: NOSOTROS DEBEMOS SER DIFERENTES, y por ello tengo 5 cambios por intentar:
1.- Decir mas veces "gracias" y "por favor", que quejas.
2.- Ocupar mas tiempo en "hacer" que en "planear".
3.- Descalificar menos y escuchar mas.
4.- Dar un poco mas y pedir un poco menos.
5.- Sonreír mas y enojarme menos.
Son pequeños cambios que estoy seguro me dejaran un año mucho mas memorable que el anterior, mas que propósitos es una forma de vivir.
Al final cada día es un momento nuevo para volver a empezar...