Arturo Cuevas Martínez @elARTUvis
Platicando tranquilamente con los amigos surgió un tema en la mesa que puso en descubierto la manera como ha cambiado la tecnología y sobre todo el acceso a la información nuestras vidas personal y profesional.
La discusión comenzó por el gusto chilango por las "quesadillas", y es que cuando nos preguntaron - ¿de qué le preparo su quesadilla joven?- alguien con espíritu reflexivo expuso: ¿Pues que no todas las quesadillas son de queso? (importante comentar es que quien hizo la pregunta nos visita del interior de la república) De inmediato alguien al lado comentó ofendido : claro que no! Yo leí en Facebook, que viene del náhuatl QUEZADITZIN o algo así, y quiere decir "tortilla doblada". Alguien repuso: no es cierto, y sacó amenazador su teléfono inteligente y consultó de inmediato en el buscador por excelencia a lo que repuso "dice wikipedia que es una palabra mestiza que significa maíz y queso, así que todas las quesadillas son de queso".¿ Y en que terminó la discusión? Pues nada, que todos desenfundamos nuestras pistolas de información y buscamos una respuesta.
Ha cambiado nuestras vidas este uso de la información porque hoy en día cualquier controversia se resuelve consultando al gran dios de la sabiduría, al omnipresente y todopoderoso Google como si éste fuera una fuente confiable sin margen de error, y lo que pasa en Facebook no se queda en Facebook a veces cometemos el error de creerlo como dogma pues es mas sencillo y pronto que investigar en sitios confiables. Necesitamos información digamos light y digerida.
Eso me hizo reflexionar ya con el estómago lleno en que muchas veces confundimos el saber con el creer, y nuestro ego no nos permite aceptar en muchas ocasiones que lo que yo creo puede estar equivocado. Es decir, me encuentro con la siguientes ecuaciones:
- Si tú crees y yo sé, hazme caso.
- Si tú sabes y yo creo, te haré caso.
- Si tú crees y yo creo, es mejor investigar (las redes sociales y los buscadores no son fuentes confiables)
- Si tu sabes y yo se y no coincidimos, de nuevo es mejor investigar y salir de nuestro error.
Es en definitiva un tema de humildad, no de poder. Esto sucede a diario y ha marcado un definitivo cuidado cuando platicamos pues fácilmente pueden desmentirnos cuando aseguramos saber y fácilmente con el poder del internet se refuta esta información exponiéndonos como mentirosos.
Por ello, como un ejercicio desde hoy intentemos decir "se" cuando conozco el tema y estoy seguro de lo que digo porque tengo información confiable, y "creo" cuando no tengo la certeza de la veracidad de mi información.
Y como recomendación evitemos la descortesía (tanto como sea posible) de confirmar en internet cada afirmación de nuestro interlocutor pues de otra manera necesitaremos una enciclopedia para cada una de nuestras conversaciones, al final se trata de compartir y de construir, no de descalificar.
De cualquier manera las quesadillas sin queso o no, son deliciosas...