Por Silvia del Valle.
@TipsMama5Hijos
Como el tema de la autoestima de nuestros hijos es muy extenso aquí están los siguientes 5 tips.
PRIMERO: Confíales pequeñas responsabilidades
Dar responsabilidades a nuestros hijos es una forma de decir “creo que puedes hacerlo, confío en ti y por eso esto lo pongo en tus manos“.
Estas responsabilidades deben ir en proporción a la edad de cada uno de nuestros hijos y pueden ser tan sencillas como poner o quitar la mesa, recoger sus juguetes o cuidar la mascota de la familia.
Y para muestra un botón. A mi ahijada, que apenas tiene un año y tres meses, al terminar de cambiarle el pañal, si tú se lo das, ella va y lo tira en el bote de basura.
¡La edad no es limitante! A veces subestimamos a nuestros hijos y los seguimos viendo pequeños.
Procura que vean que nos sentimos orgullosos de que son capaces de realizar las tareas o cumplir con las responsabilidades que les encomendamos.
SEGUNDO: Deja que solucionen sus problemas
Nosotros como papás, tratamos de solucionar todos los problemas que enfrentan nuestros hijos y aunque lo hacemos para facilitarles las cosas, si causa dependencia, puede no ser adecuado.
La estrategia más efectiva es: ayudarles a vivir las pequeñas vicisitudes de la vida y darles pistas para que ellos afronten y solucionen sus propios problemas.
Cuando a mis hijos los dejo afrontar estas situaciones ponen en marcha la búsqueda de alternativas, ensayos, errores y aciertos. Y si logran solucionar algunas cosas por su propio esfuerzo lo comunicamos a la familia en la junta de recapitulación para que todos celebremos el logro.
TERCERO: Evita la sobreprotección
La sobreprotección merma la autoestima porque el mensaje final que le damos a nuestros hijos es: “tengo que protegerte porque tú solo no puedes“.
Así que todo aquello que nuestros hijos puedan hacer por sí mismos, sin poner en riesgo su seguridad, deben de hacerlo aunque lo hagan más despacio o peor que nosotros.
Por favor, cuando terminen de hacer las cosas, debemos aceptar como quedaron. No vayamos y corrijamos lo que hicieron porque jamás lo volverán a hacer. El mensaje es: tu no puedes y lo tengo que hacer yo de nuevo.
CUARTO: El éxito es un 99% de fracaso
El fracaso, los errores y las pequeñas o grandes frustraciones forman parte de la dinámica de la vida.
Nuestra cultura no tolera el fracaso pero lo cierto es que unas veces se gana y otras se pierde. Hay que enseñar a ganar… pero también a perder y a afrontar de nuevo las situaciones.
Y QUINTO: Transmite seguridad afectiva
El pilar básico de la autoestima es sentirse profundamente querido, no importando como sea cada uno de nuestros hijos, berrinchudo, enojón, flojito, etc. trasmitirles que los amamos como son y en esto los padres y madres tenemos un papel insustituible.
Una forma de expresarles esa seguridad afectiva son los abrazos, besos, caricias y las palabras cariñosas. Cada niño tiene su forma muy particular en la que prefiere que se le transmita el afecto.
Este lenguaje puede variar según la edad pero todos los niños lo necesitan.
A uno de mis hijos le gusta que lo bese, pero no que lo abrace; a otro que le acaricie la cabeza no importa como sea, tarde o temprano piden su dosis de apapacho.
Los pequeños detalles son una forma práctica y cotidiana de transmitir seguridad afectiva. Recogerlos del colegio, comer con ellos, llevarlos al parque, jugar con ellos son formas de dedicarles tiempo.
Un niño se siente querido y mejora su autoestima cuando sus padres son exigentes con él porque eso significa que les importa. Claro, siempre hablamos de una sana exigencia.
El mensaje principal que debemos dar es que se le quiere incondicionalmente.
Expresiones como “si no haces esto, no te quiero” o similares no son adecuadas.
Así que tratemos a nuestros hijos siempre con amor, por más desesperados que nos sintamos.
La autoestima es tan importante o más que las matemáticas, el español o la geografía; incluso puede ser el legado o la herida más profunda que dejemos en nuestros hijos. Por favor, pongamos atención en ella.