Por Silvia del Valle.
@Tips de una mamá de 5 hijos
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Ya estamos en diciembre y prácticamente se nos acaba el año y con esto se acerca cada vez más la época navideña.
Si lo vemos sólo con los ojos del mundo podemos decir que viene la época de los regalos y las fiestas pero en realidad debemos también pensar que estamos en una época que nos invita a hacer como una limpieza de nuestro corazón para prepararlo y estar listos para pasar las fiestas en familia.
Estoy segura que nuestros hijos no siempre tienen claro todo esto ya que es muy fácil que se dejen envolver por los encantos que la sociedad nos propone en las compras y regalos de todo tipo, pero es nuestra labor como padres de familia orientar a nuestros hijos para que éste año le den el sentido correcto a ésta época, aquí les dejo 5 Tips para vivir en una verdadera sobriedad.
PRIMERO. PRIMERO DEBEMOS TENERLO CLARO NOSOTROS.
Es muy fácil que nos perdamos en la dinámica que la sociedad consumista nos va marcando pero es muy importante que nosotros tengamos muy claro el sentido trascendente de ésta época para que después lo podamos transmitir a nuestros hijos.
En mi familia es algo que ya hemos trabajado mucho pero aun con todo, de pronto algunos de mis hijos me dicen que por que nosotros no salimos de vacaciones a la nieve o por que sus amigos van y vienen y compran cosas caras.
Mi respuesta siempre es la misma, porque ellos no tienen una vida familia tan linda como la nuestra y por lo mismo necesitan comprar cosas para ver si con eso pueden suplirlo.
Debemos inculcar en nuestros pequeños la necesidad de tener una familia unida a pesar de las tener algunas carencias y no buscar sólo el tener y tener pasando por encima de quien sea.
Pero como siempre les digo, no podemos pedirles a nuestros hijos algo que no tengamos primero nosotros aplicado a nuestras vidas. Por eso es importante que nosotros también entremos en la dinámica de preparar nuestro corazón.
SEGUNDO. SOLO COMPRA SI VERDADERAMENTE TIENES PARA HACERLO.
Yo sé que es una tradición recibir y dar regalos en Navidad, pero debemos tener cuidado de no caer en la dinámica de consumismo en la que la sociedad nos invita a entrar.
Por ésta época ponen ofertas en productos muy atractivos para hacer regalos, pero podemos caer en la trampa de los pagos a meses sin intereses o podemos gastar nuestros ahorros en aras de una supuesta oferta “muy buena”.
Nuestros hijos observan todo y es muy bueno que vean desde pequeños que sólo compramos si tenemos para hacerlo, con esto los estamos educando en la sobriedad y en la austeridad; además de que aprenden de manera gráfica lo que es cuidar la economía familiar por encima de cumplir un gusto, muchas veces innecesario.
TERCERO. NO TODO LO QUE ESTÁ DE MODA ES LO MEJOR.
Aquí entramos a un tema muy polémico con nuestro hijos porque muchas veces ellos quieren tener todos los objetos de tecnología y videojuegos de última moda, los juguetes interactivos más caros, la ropa de marca más popular porque los demás lo hacen, pero es nuestra labor educar a nuestros hijos en la templanza y fortalecer su voluntad para que puedan entender y aceptar de buena gana que no todo lo que está de moda es lo que nos hace mejor.
También debemos ayudarlos dándoles una pequeña explicación de por que creemos que lo que nos piden no es lo que les conviene.
Para esto si están pequeños es necesario bajarnos a su nivel, verlos a los ojos y hablarles con palabras sencillas que ellos puedan entender.
Si ya están más grandes, es importante crear una atmósfera de confianza para que nos puedan escuchar. Con los adolescentes debemos tener cuidado porque al pasar por la etapa de tantos cambios puede generarse situaciones de chantaje y de incomprensión pero debemos ser muy firmes y podemos decirles que si verdaderamente desean tener algo, pueden hacer méritos para tenerlo.
¿Cómo es esto? Pues es muy sencillo, pueden ayudarnos a tirar la basura, recoger la mesa, lavar los trastes, barrer el patio, etc. Con estas acciones pueden irse ganando eso que tanto desean.
Mis hijos acaba de pasar por algo así, estuvieron juntando durante 2 años para un aparato de juego de video. Todo lo que les regalaron de cumpleaños lo juntaron; además trabajaron para tener más dinero porque se organizaron y realizaron algunas manualidades para vender en la familia y con los amigos. Todo lo que consiguieron lo juntaron también.
Por último, llegamos al acuerdo de que si hacían mas labores de las que les tocaba, juntarían puntos para obtener que nosotros les ayudáramos a terminar de juntar para su juego.
Fue muy gratificante ver como mis hijos se esforzaron para obtener lo que querían y sobre todo que fue en equipo.
No se trata de sacarlos del mundo, se trata de ubicarlos en su realidad.
CUARTO. LOS REGALOS PUEDEN SER HECHOS A MANO.
Una forma de ahorrar y tener austeridad es que nuestros hijos hagan los regalos de Navidad.
Mi hija la más pequeña lleva semanas preparándolos con materiales de reciclaje. Debo decirles que le están quedando muy lindos y lo mejor de todo es que está aprendiendo que lo que más importa es la intención y no tanto el valor físico de lo que se regala.
Con esto además les estamos enseñando a que no esperen cosas caras de regalo. ¿No les ha pasado que a veces nuestros hijos nos hacen pasar penas cuando les regalan algo que no les gusta o que ya tienen? Si los niños hacen los regalos aprenderán a darle mayor valor a las cosas porque les han costado trabajo y por lo mismo cuando ellos reciban algún regalo lo apreciarán más.
La sobriedad también consiste en actuar adecuadamente, sin excesos y los regalos son una excelente oportunidad de ponerlo en práctica.
Y QUINTO. CADA DOMINGO TENEMOS UNA NUEVA OPORTUNIDAD.
El signo de la corona de adviento puede ser un gran aliado para trabajar durante la semana ya que el domingo encendemos una vela y con ella, debemos también hacer un propósito para mejorar nuestra vida personal y familiar. Cuando vemos esa vela encendida durante la semana nos recuerda que debemos trabajar para lograr nuestro propósito.
Si nuestros hijos son pequeños, podemos ayudarnos de material gráfico para que comprendan el proceso por el que estamos pasando.
Cuando eran pequeños mis hijos, les ponía un calendario de Adviento muy vistoso, a veces eran unos cajoncitos y otras veces unos sobres; pero siempre llevaban algunos propósitos sencillos para cada día de la semana, siempre de acuerdo a su edad. Cuando ellos lograban cumplir con el propósito, cambiaban el papelito del cajón o del sobre por una cuenta de su color así era más fácil que vieran sus avances.
Ojalá y no nos quedemos sólo en lo material y logremos hacer los cambios necesarios en nosotros y en nuestra familia para pasar una Navidad llena de amor y en paz.