Por Silvia del Valle
@TipsMama5Hijos
http://www.tipsdeunamamade5hijos.blogspot.com
A propósito del día del trabajo creo que es buena oportunidad para recordar que también debemos enseñarles el sentido más trascendente que tiene.
El trabajo nos da ocasión de ejercitar una serie de virtudes como la laboriosidad, la constancia, la alegría y el optimismo. Pero todo esto debemos inculcarlo en nuestros hijos desde pequeños por eso aquí te dejo 5 tips para lograrlo.
NO HAGAS POR TUS HIJOS LO QUE ELLOS PUEDEN HACER. Es muy importante que nos demos cuenta que se aprenden a hacer las cosas, haciéndolas. Por lo mismo, si les hacemos todo a nuestros hijos nunca aprenderán a hacerlas.
A veces los seguimos viendo muy chiquitos y por lo mismo queremos que hagan lo menos posible sin darnos cuenta que lo único que hacemos es mermar su capacidad y acostumbrarlos al menor esfuerzo.
QUE VEAN QUE LO QUE HACEN VALE PARA NOSOTROS. Así aprenderán a valorar ellos el trabajo.
Uno de mis hijos un día se paró muy temprano y por propia voluntad hizo los desayunos de todos, claro que me dejo la cocina muy tirada, y cuando llegue y lo vi le dije que estaba muy mal todo el tiradero y el me contesto que estaba muy triste y que nunca más volvería a hacerlo, pero que él lo que quería era ayudarme con el trabajo de los desayunos.
Ahí comprendí lo importante de su trabajo y le dije que para mi era algo extraordinario que me hubiera ayudado y que el reguero lo íbamos a arreglar juntos.
ENCOMIENDALES TAREAS PEQUEÑAS Y VE QUE LAS TERMINEN Estas tareas pueden ir encaminadas al beneficio familiar así entenderán que su trabajo, además de ser bueno para ellos tiene un valor en la familia y que si ellos no lo hacen las cosas no estarán completas.
Debemos recordad que los pequeños también pueden ayudar, siempre de acuerdo con sus capacidades.
TODA ACCIÓN TIENE UNA CONSECUENCIA. Si nuestros hijos ven que pueden hacer lodo lo que quieren y nosotros no les ponemos límites después no podrán acatar las órdenes de los maestros y cuando crezcan no podrán obedecer a su jefe.
Todo esto comienza, con educarlos en la tolerancia a la frustración, es decir, que aprendan a tener un NO por respuesta, a que NO todo lo que quien se puede en el momento y que deben esperar su turno para obtener las cosas, aún entre hermanos.
Debemos armarnos de valor y castigar cuando haya que hacerlo y premiar cuando las acciones lo ameritan.
NUESTRO EJEMPLO ES LO MÁS VALIOSO. Si nuestros hijos ven que hacemos nuestro trabajo con la mejor voluntad y que ponemos nuestro empeño en que salga bien los estamos educando sin palabras.
Y te puedo asegurar que este mensaje se les quedará más gravado que cualquier palabra porque el ejemplo que nosotros les demos es lo más importante para ellos.
Al final el trabajo bien hecho nos dará una satisfacción que nos compensará por todos los malos ratos que hayamos podido tener.