"Promoviendo la Participación Ciudadana"

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Es la hora de los laicos

tiempo-laicosPor Silvia del Valle
@SilviaMdelValle
@smflorycanto

Si, es el tiempo de que los laicos, es decir, todos lo que estamos bautizados y no estamos consagrados o que no somos sacerdotes o religiosas, hagamos vida nuestra vocación y seamos valientes para alzar la voz y evangelizar en el mundo.

Y es precisamente en el mundo donde nosotros podemos dar testimonio de la acción de Dios en nuestras vidas.

El mundo es nuestro campo de acción y Jesús nuestro motor.

Por eso hoy te quiero compartir mis 5Tips para cumplir con nuestra misión como laicos.

PRIMERO. Aprende a discernir la Voluntad de Dios para ti.
Es muy importante tratar de comprender la misión que Dios nos ha dado para así, tratar de cumplirla en todo momento.

Tenemos diferentes misiones, porque vivimos diferente aspectos cotidianamente; tenemos una misión como padres de familia, como personas, como esposos, como profesionistas, como católicos, como ciudadanos y todas esas misiones deben ser complementarias y todas deben apuntar a hacer la voluntad de Dios, es decir todas deben ser regidas por la misión principal que es ser santos en el mundo actual.

SEGUNDO. Pon tus dones y carismas al servicio del pueblo de Dios.
No negarle nada a Dios. Un don es un regalo, es decir, es gratis, por lo mismo es importante compartirlo con los demás.

Un don que no se comparte se atrofia y se desperdicia. Dios da diferentes dones y carismas a las diferentes personas para que puedan complementarse y así necesitar unos de otros y tener vida de comunidad. Lo más importante es conocer cuáles son tus dones y tus carismas, para ejercerlos y ponerlos al servicio de los demás.

Podemos empezar en nuestra familia colaborando en los deberes de casa.

TERCERO. Pureza de intención ante todo con el seguimiento de un sacerdote santo.
Es muy necesario que nuestra intención al hacer las cosas sea solo hacer la voluntad de Dios y no el brillar nosotros o nuestro beneficio.

También es necesario que un sacerdote nos dé seguimiento y asesoría tanto física como espiritual, así que siempre actuemos conforme a la doctrina y al magisterio cierto.

CUARTO. Cuida los Límites.
Sirve para tu salvación... hazlo. Es importante saber que no podemos hacer todo lo que se nos ocurra, por eso es importante que sepamos hasta donde nos toca a los laicos y en donde ya es misión del sacerdote.

Esto lo logramos estando en contacto y comunicación con los sacerdotes y con lo que nos pide el obispo.

A los laicos nos toda el mundo físico, la vida cotidiana y ahí es donde podemos ejercer nuestros ministerios y poner nuestros talentos al servicio de la comunidad.

Y QUINTO. Cuidado por la omisión.
Es importante tener en cuenta que si no hacemos lo que nos toca cometemos omisiones que nadie puede suplir.

Si está en nuestras manos, debemos hacer conciencia de que es necesario que seamos luz del mundo e iluminemos las conciencias de los que no tienen claro su misión.

Y también es muy necesario que nuestros hijos vean que nosotros hacemos cosas por tener un mundo mejor.

Nuestro ejemplo los educa más y no es nada difícil que ellos aprendan a vivir con este estilo de vida.

Recordemos que somos la cara de la iglesia y que nuestro testimonio es importante ya que la percepción que tiene el mundo de la iglesia se materializa en nuestro testimonio.

¿A quien cuando te ven?

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El Bien común es tarea de todos

biencomun-familiaPor Silvia del Valle
@SilviaMdelValle @smflorycanto

En nuestros días hemos visto como en la sociedad lo que rige son los intereses personales y el conseguir lo que se quiere al costo que sea, dejando de lado el Bien Común.

Esto es claro porque ya ni siquiera sabemos en qué consiste.

Muchos piensan que solo es la suma de mi bien más tu bien y el bien de cada uno y esto no es cierto, pues lograr esto generaría un caos social.

El Bien Común es buscar el mayor Bien posible para todos. Y de esto todos somos responsables.

Así que aquí te dejo mis 5Tips para educar a nuestros hijos para el Bien Común.

PRIMERO. Que aprendan a compartir lo que tienen.
Desde muy pequeños nuestros hijos pueden aprender a buscar el bien de todos y a ceder un poco para que todos se vean beneficiados.

Cuando están pequeñitos lo tienen que aprender de nosotros y también nosotros debemos orientarlos y decirles lo que deben hacer, pero poco a poco lo irán haciendo por si mismos y esto genera un estilo de vida basado en el bien común.

Si, por el contrario, los dejamos que no compartan lo que tienen, estamos enseñándoles que ser egoístas es lo correcto y así actuarán durante toda la vida.

SEGUNDO. Dales una misión en casa de acuerdo a su edad.
Es importante que comprendan que para que las cosas funcionen todos debemos colaborar en familia y en casa.

Las labores deben ser de acuerdo a su edad y capacidades.

Y deben ser fijas para que nuestros pequeños se acostumbren a llevar una rutina y adquieran la capacidad.

Tender su cama, recoger la ropa sucia, llevar la basura al bote, limpiar la mesa, recoger los juguetes, ordenar los libreros, etc. Son excelentes labores para nuestros hijos y poco a poco podemos agregar otras que impliquen más compromiso y dedicación.

Lo importante es que comprendan que todos debemos cooperar para el bienestar familiar.

Y que comprendan que si dejan de hacer su labor toda la familia se verá afectada.

Esto es el principio del Bien Común.

TERCERO. Que comprendan que lo que les afecta nos afecta a todos.
Ya que crecen nuestros hijos, a veces sienten que los problemas los asfixian y no comprenden que es porque no los comparten con la familia.

Deben entender que lo que les afecta a ellos también afecta a la familia y por lo mismo es mejor poner las cosas en común.

Así entre todos se puede llegar a mejores soluciones y a ver las cosas desde diferentes puntos de vista.

Nunca será tarde para comenzar a compartir en familia y para buscar el Bien Común entre todos.

CUARTO. Edúcalos en la generosidad.
Es importante buscar formar a nuestros hijos en la virtud de la generosidad así tendrán el corazón dispuesto a dar antes que recibir.

Así, no tendrán problema en colaborar para el Bien familiar, aunque deban renunciar a cosas personales.

Si así lo hiciéramos en cada familia, no tendríamos tantos criminales jóvenes que sólo buscan su bien personal y pasan por encima de quien sea para lograr lo que quieren.

Y QUINTO. Que participen en soluciones a problemas de la sociedad de acuerdo a su edad.
Es básico que vean que nosotros ponemos nuestro granito de arena en la solución de problemas comunitarios. Así aprenderán a vivir en ese estilo de vida.

Por ejemplo, que vean que participamos en campañas de oración por La Paz en México y en el mundo, o qué donamos algo de despensa para ayudar a los damnificados, o que dejamos todo para ir a ayudar a alguna persona en necesidad.

Así estamos generando conciencia y formando a nuestros hijos para el Bien común y así tendremos ciudadanos socialmente responsables.

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“Que la Paz sea con ustedes”

paz-amorPor Silvia del Valle
@SilviaMdelValle @smflorycanto

En estos tiempos de conflictos bélicos y aires de guerra nos quedamos tristes y sorprendidos y nos sentimos impotentes porque no sabemos cómo podemos ayudar a que las cosas cambien.

A veces parece que todo es muy difícil y que los problemas no tienen solución, pero nosotros tenemos la fórmula mágica que remedia todos estos males... el Amor, así que aquí te dejo mis 5Tips para educar a nuestros hijos para La Paz y en el Amor.

PRIMERO. La generosidad por delante.
Para que las cosas funcionen es importante saber que debemos pensar primero en el otro, en lo que necesita, en lo que le preocupa, antes que en nosotros.

Y debemos estar dispuestos a ayudarle a conseguir eso que necesita para que sea feliz.

Por eso debemos estar dispuestos a desprendernos de nuestras cosas para ayudar a quien más necesita de nosotros.

Y si nuestros hijos ven que nosotros lo vivimos en casa, no será difícil que ellos lo imiten y lo vean como lo más normal.

SEGUNDO. El perdón es básico.
El perdón todo lo sana y así se solucionaba muchos problemas.

Es necesario que aprendamos a perdonar de inmediato y que enseñemos a nuestros hijos a otorgar el perdón aún sin que sea solicitado.

Si así lo hacemos, estamos evitando muchos problemas ya que no cabrá en nosotros el rencor que es el origen de los grandes conflictos.

Nuestros hijos no nacen sabiendo perdonar, así qué hay que enseñarles a hacerlo por lo que es necesario hacer el ejercicio con ellos.

Es bueno preguntarles por qué está enojado, que fue lo que lo lastimó y después ayudarles a comprender que quien lo provocó tiene más problemas y que por eso ellos deben perdonarle, es decir, que justifiquen los hechos, así podrán perdonar más fácilmente.

TERCERO. La humildad debe acompañarnos.
La mayor virtud para evitar conflictos es la humildad.

La humildad consiste en apegarse a la verdad siempre y reconocer si nos hemos equivocado y corregir para estar siempre conforme a la verdad.

Para eso debemos educar a nuestros hijos en la nobleza de corazón.

Por lo mismo la soberbia no tiene cabida ya que no nos permite reconocer los errores y mucho menos reconocer que necesitamos ayuda o corrección.

Una forma de educar a nuestros hijos en la humildad es que aprendan a darse cuenta de sus actitudes y hacerse responsables de ellas, no importa la edad que tengan nuestros hijos.

CUARTO. La caridad, es decir, el amor nuestro motor.
Si nos movemos desde el amor estoy segura que las cosas se verán desde otra perspectiva y podremos pensar de forma diferente, más humana y más con más empatía.

Debemos buscar ser siempre caritativos con los errores de los demás y tratar de corregirles con amor.

Esto también implica no evidenciar sus faltas en público, no remarcar sus defectos y por supuesto no quieres pasar por encima de todos para lograr nuestros objetivos.

Podemos educar a nuestros hijos con amor y desde el amor y así ellos vivirán este amor y por lo mismo, sabrán actuar con amor.

Y QUINTO. La oración nuestro soporte.
Es muy importante que hagamos todo lo que está en nuestras manos para perdonar y solucionar los conflictos pero llega un momento en que ya no está en nosotros la solución, es aquí donde entra la oración.

Cuando llega nuestro límite entra en juego la ayuda de Dios y la oración en el camino por el cual llegamos a Dios y a pedirle su apoyo.

Si enseñamos a nuestros hijos a hacer oración y a tener una cercanía con Dios, cuando tengan problemas, acudirán a Él de forma natural.

Esto lo logramos de dos formas complementarias. Primero que ellos vean que nosotros incluimos a Dios en nuestra vida y en nuestras decisiones y Segundo, que les ayudemos a que encuentren la forma que más les acomode para hablar con Dios.

Al principio será una oración guiada y poco a poco será una oración que salga de su corazón.

Ojalá que de esta forma logremos tener hijos que busquen la paz y la solución de los conflicto más que hijos que busquen revancha y que quieran solucionar las cosas con más violencia.

Y así estaremos haciendo vida la frase que Jesús nos dijo "Que La Paz sea con ustedes".

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Vivamos con alegría

happyPor Silvia del Valle
@SilviaMdelValle @smflorycanto

En nuestro días, cada vez es más difícil vivir con alegría el día a día ya que suceden un sinfín de eventos que hacen que nuestro día se vuelva gris y que nos dejemos envolver por la tristeza y la desesperanza.

Pero es básico que permitamos que la alegría reine en nuestros corazones por qué debemos estar seguros que es del Corazón de Jesús de donde emana y se nos comunica.

Por eso hoy te dejos 5Tips para lograr vivir y comunicar la alegría de vivir.

PRIMERO. Pongamos los ojos en la fuente de la alegría.
Debemos recordar que nuestra alegría emana de la alegría que Dios nos ha transmitido por medio de su hijo, Jesús, que al hacerse hombre, con su pasión, muerte y resurrección, nos ha ganado el cielo y ha restablecido la relación de amor con Dios.

Si tenemos claro esto, no habrá situación o persona que nos quite la alegría de vivir cada instante. No digo que no sintamos tristeza de vez en cuando o que haya eventos que nos bajen los ánimos y nos sintamos mal.

Pero debemos considerar siempre que nuestra vida es un milagro constante y por esa simple razón debemos estar alegres en el Señor.

Y con nuestros hijos debe ser igual. Debemos educarlos para que tengan claro que la alegría, la verdadera alegría, siempre viene de Dios y que es un don de la Su infinita misericordia.

Cuando alguno de mis hijos esta triste y no puede salir adelante, primero le pedimos que ofrezca a Dios lo que siente y después le hacemos ver que Dios lo ama mucho y que no hay problema tan grande que El, Dios, no lo pueda solucionar.

Con esto logramos que abran el corazón a la gracia de Dios y que se pueda derramar Su alegría para sanar cualquier dolor.

SEGUNDO. Saquemos de nuestro corazón todo resentimiento.
Es importantísimo, ya que si hay este tipo de sentimientos no puede haber alegría.

Si el corazón está lleno de odio no lo puede llenar la alegría del Amor por excelencia.

Es necesario hacer un ejercicio de perdón y reconciliación.

En nuestra familia acostumbramos a dar el perdón y a pedir que nos perdonen de inmediato. Cuando mis hijos eran pequeños, yo los ayudaba en el momento diciéndoles lo que debían hacer en el momento. Ahora que son más grandes, hacen el ejercicio solos. Aunque a veces sigo teniendo que apoyarlos.

A veces el perdón no es del todo sincero, pero es necesario forzar a la voluntad para que el perdón tenga un lugar en el corazón.

Si hacemos constantemente este ejercicio de voluntad, el perdón será cada vez más completo y mas pleno.

TERCERO. Rompamos con los esquemas aburridos en los que nos encerramos.
La vida cotidiana nos hace caer muchas veces en lo monótono y por lo mismo nos volvemos muy grises y aburridos.

No quiero decir que todo el tiempo debamos estar haciendo bromas y riendo a carcajadas.

Lo que quiero decir es que debemos estar alegres a pesar de las dificultades y trabas que se nos presenten en el día, por la simple razón de que tenemos vida.

Si acostumbramos ver las cosas desde otro punto de vista, seguro que encontraremos mil y un motivos para estar alegres.

Y si a nuestros hijos los educamos así, podrán ser felices en todo momento y vivirán una vida más plena.

CUARTO. Sal de ti mismo y mira por los demás.
No hay forma más plena de estar alegres que salir del egocentrismo y darnos a los demás; a pesar de las modas y tendencias sociales.

¡Qué importa si los demás no nos corresponden! Lo importante es que nosotros estemos siempre dispuestos a compartir nuestra alegría con los demás.

Una vez un sacerdote me dijo que el que quiera ser sabio para Dios, que se vuelva poco para el mundo. ¿Porqué nos da pena ser auténticos y vivir en plenitud la alegría que Dios nos regala?

Y QUINTO. Que nuestros actos comuniquen la alegría.

Qué lindo es que no tengamos que hablar para que las personas que están a nuestro alrededor se den cuenta que estamos alegres.

Si procuramos que nuestras acciones comunique el amor de Dios para todos, estaremos cumpliendo con la misión que Dios nos ha encomendado, que es ser sal de la tierra y luz del mundo; porque el que es alegre, ilumina el lugar en donde se encuentra y le da sabor a cualquier reunión o acontecimiento.

A mis hijos les hemos enseñado que a pesar de los problemas, buscamos el lado positivo de las cosas y desde ahí le damos gracias a Dios por ellas.

Si tenemos la firme convicción de esto, podemos transmitir con nuestras acciones y actitudes la alegría de Dios que habita en nuestro corazón.

Ojalá nos animemos a ser mensajeros de la misericordia de Dios y de la alegría que brota de su amantísimo Corazón.

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