La mal llamada Reforma Hacendaria, que apenas alcanzó a ser una mala miscelánea fiscal, ha causado enorme malestar en la sociedad. El manejo del tema por parte del gobierno y el PRI ha sido deficiente y el natural choque con los empresarios, que son los que finalmente pagan los impuestos, ha sido demasiado grande y costoso para la de por sí marchita imagen de los legisladores. Ante esta situación, la Coparmex decidió publicar la imagen de los legisladores que aprobaron la Reforma Hacendaria, lo que fue considerado por estos últimos como una afrenta y contestan hasta con lo que parecieran amenazas al sector productivo del país.
Destacamos aquí los señalamientos de dos legisladores, la primera, la senadora plurinominal de origen sinaloense, Diva Gastélum, quien señaló “…qué chistoso que haya este linchamiento cuando apenas el año pasado el Gobierno del PAN le puso un punto más al IVA en la frontera” apostando a la memoria de media cuadra que tiene la sociedad, cuando en la propia frontera lo que proponían era que el aumento fuera escalonado (es decir, aumentando un punto porcentual cada año). Por otra parte el diputado Beltrones, también apostando a la desmemoria social señaló que sectores de la oposición política han incurrido en actitudes fascistas al descalificar la reforma hacendaria del gobierno federal y calificó de inadmisibles las posturas asumidas por partidos políticos y grupos del sector empresarial, cuando hace seis años, cuando era senador y se presentó la miscelánea fiscal 2007, la rebatió y dijo que “el gravamen de 5 por ciento a refrescos no es justificable y los legisladores priistas no quieren que se cobren más impuestos a la gente” (http://www.noroeste.com.mx/publicaciones.php?id=230108).
Esta doble moral, que por otra parte exhiben todos los legisladores de los distintos partidos, solo es posible por nuestra desmemoria. Como sociedad debemos ser más críticos a los mensajes de nuestros representantes políticos. No es válido que se sostenga una posición como gobierno y una distinta, ante la misma situación, como oposición.
El costo político para Calderón fue grande, perdió gran cantidad de respaldos en la frontera, más por el aumento de impuestos que por la violencia, ahora le toca pagar al PRI, esperemos que se entienda el mensaje de la sociedad por parte de los gobiernos.