"Promoviendo la Participación Ciudadana"

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InicioEN LA OPINION DE:La política, labor sumblime

La política, labor sumblime

politica2El desprestigio que en general tiene la clase política corresponde más a las actitudes e irresponsabilidad o frivolidad de algunos, que a la acción de todos ellos. Y entonces viene a nosotros la pregunta, ¿a quién beneficia este desprestigio?

La respuesta es: ¡a nadie!, al menos a nadie honesto y preocupado por el bienestar general. A los políticos les complica su labor, les limita sus posibilidades de desarrollo profesional y les genera una mala imagen pública. A la sociedad le hace más difícil la comunicación con sus representantes y le resta confianza para el desarrollo de sus actividades cotidianas.

¿Cómo se ha llegado a esta situación? Además de que estamos tratando con seres humanos que cometen errores, los cuáles son ventilados públicamente y afectan la vida de la sociedad, la realidad es que el distanciamiento entre la clase política y la ciudadanía es un fenómeno hasta cierto punto natural que se ve catalizado por los medios de comunicación.

Los seres humanos somos desconfiados por naturaleza, cuando le entregamos a otro algo que nos  pertenece, tenemos siempre la duda de si esa posesión será cuidada con el esmero que nosotros deseamos; a los políticos, la sociedad entera le entrega sus anhelos, esperanzas y, hasta cierto punto, su libertad, ya que los investimos con la autoridad para crear y aplicar las leyes. En seguida, queremos vigilar que hagan buen uso de esa investidura que les hemos dado, pero los políticos sienten que merecen, en el menor de los casos, el beneficio de la duda, esto inicia una tensión normal entre ambas partes de la sociedad que se ve agravada por los medios de comunicación, que no solo informan lo que es real, sino también emiten opiniones sobre su particular visión de esa realidad, lo que hace más fuerte la tensión.

Finalmente, están los que descubren que esta tensión desalienta la participación de grandes sectores de la población y se aprovechan de ello, incitan a los medios a ser más radicales en sus opiniones, azuzan a la sociedad sobre la incompetencia y maldad de los políticos y luego tratan de controlar el escenario político, ya sea participando directamente o entrando en el círculo de influencia de ellos.

La política, es de suyo una labor noble, su función es brindar a la sociedad solución a los problemas naturales de la convivencia y se manifiesta en las funciones del Estado como garante de los derechos de todos. La denigración de la política solo beneficia a ciertas camarillas, algunas incluso de carácter criminal, pero la solución solo se puede dar si estamos cerca de nuestros representantes y los acompañamos en el cumplimiento de sus obligaciones.