"Promoviendo la Participación Ciudadana"

sd-05

InicioEN LA OPINION DE:Corrupción e inseguridad

Corrupción e inseguridad

justicia141014Los sucesos que estamos viviendo en el país indican claramente una grave descomposición que pareciera no pueden detener las fuerzas del Estado. La criminalidad exacerbada, la represión disfrazada, el arreglo escondido, la componenda vergonzosa, el robo abierto, la corrupción en todo.

Los homicidios de activistas, la Ley Mordaza, Tlatlaya, Iguala, Politécnico, CNTE… de un signo o de otro, en el estado o el país, la educación o los negocios, en todo está presenta esa corrupción coludida de los distintos elementos del Estado, incluyendo a la sociedad, con el crimen, con los abusivos, con los poderes fácticos, con los intereses ajenos a la patria.

El más reciente hecho, el homicidio de Atilano Román, activista de la Presa Picachos, a quien se llegó a señalar de recibir dádivas del gobierno (lo que nunca se comprobó), a quien se le enjuició por obstruir las vías de comunicación, a quien se le detuvo por intentar manifestarse durante las fiestas del carnaval de Mazatlán… finalmente se le silenció prácticamente en vivo durante una transmisión en un programa de radio donde planteaba sus quejas por acciones de las autoridades para favorecer la pesca ilegal.

No hay autoridad que pueda detener esta masacre, como no la hay en Iguala, como no la hay en Tamaulipas, como no la hay en Oaxaca, como no la hay en el Distrito Federal, como no la hay en el país entero… pero no es porque no tengan los elementos para hacerlo, es porque están coludidos, es porque la corrupción llega hasta niveles insospechados hacia arriba, hacia abajo y hacia los lados. Autoridades, sociedad, grupos de interés sindical o empresarial, asociaciones civiles o políticas, todos, de una manera u otra, se han involucrado, nos hemos involucrado, en sostener este sistema corrupto y corruptor. Hoy este sistema se voltea contra quienes lo alimentan, muerde y rasga, mutila y mata.

¡No podemos seguir así!, es un clamor de todos; tenemos que cambiar nuestros valores, nuestros principios, nuestros objetivos como sociedad. O detenemos esto ahora o la muerte y el miedo seguirán galopando en caballo apocalíptico; ya no serán solo empresarios y pequeños comerciantes, figuras públicas o personas influyentes… será, como está empezando a ocurrir, el diputado, el senador, el de los helados y el estudiante, el plomero y el barrendero, el cura y el cantinero, ¡nadie está a salvo!

La corrupción nos ahoga, fortaleció tanto a los delincuentes, que ahora son ellos los que mandan, son ellos los que tienen las posibilidad de frenar y obligar a las autoridades a cambio de dinero o silencio o muerte; Colombia vivió esto en los años 90’s, se rehusaba a cambiar y empezó a sufrir toda la sociedad, la píldora fue amarga, las heridas siguen presentes, pero salió adelante, y el gobierno tuvo que cambiar, la sociedad tuvo que cambiar, pero finalmente los delincuentes fueron acorralados y disminuidos, las cosas no son perfectas, pero al menos son manejables, ¿qué esperamos? ¿más muertos?, ¿Qué le toque a nuestra familia? El cambio empieza hoy, y empieza en ti, ¿qué esperas?