Por Pedro de Legarreta con información de semáforo.mx
¿Has escuchado hablar del Semáforo Delictivo?, es una herramienta que simplifica la información sobre delitos cometidos en nuestro país, desde hace unos años Santiago Roel, un emprendedor de Monterrey, lo viene difundiendo y haciendo esfuerzos para que, a través del conocimiento de la realidad, podamos mejorarla.
El semáforo delictivo compara las cifras contra sí mismas, es decir, si nosotros nos comparamos con otros países seguramente estaremos saliendo constantemente mejor o peor, dependiendo del país que se escoja, y puede ser desalentador o motivo de falsa percepción positiva ver así unas cifras de algo tan concreto y que nos causa mucho daño, pero además no nos diría nada, parte de que estamos mejor o peor que tal o cual parte del mundo. Por ello, el Semáforo lo que hace es establecer una meta, reducción del 25% contra el promedio de los últimos años, si eso se logra, el semáforo estará en verde, si se mantiene igual o disminuye,, pero sin alcanzar la meta, estará en amarillo, y si aumenta, estará en rojo. De esta manera se sabe que las decisiones que se toman ayudan o no para mejorar la seguridad… una aclaración pertinente es decir que el verde no significa que las cosas están bien, simplemente quiere decir que se alcanzó una meta.
Ahora bien, ¿a qué delitos le da seguimiento el semáforo?
Son nueve, siete de alto impacto y dos de impacto familiar; los siete de alto impacto son: Homicidio, secuestro, feminicidio, extorsión, robo a vehículo, robo a casa y robo a negocio; los dos indicadores de impacto familiar son: violencia intrafamiliar y lesiones.
El día de hoy me quisiera enfocar en el tema de Violencia Intrafamiliar, un delito que además tiene una enorme cifra negra, es decir, muchos de los eventos de violencia intrafamiliar no son denunciados.
La violencia intrafamiliar, también nombrada como violencia familiar o violencia doméstica, puede incluir distintas formas de maltrato, desde intimidación hasta golpes pasando por el acoso o los insultos. El violento puede ejercer su accionar contra un solo integrante de la familia (como su pareja o su hijo) o comportarse de forma violenta con todos.
Los expertos en este tipo de violencia en el seno del hogar establecen que existen diversos denominadores comunes que vienen a identificar al maltratador. En concreto, las personas de este tipo coinciden en estas características:
• Son individuos muy dependientes a nivel emocional que manifiestan dicha dependencia a través de la agresividad.
• Se muestran seguras de sí mismas e incluso aparentan ser altivas. Sin embargo, baja esa imagen que se crean se esconden ciudadanos que suelen tener problemas de autoestima.
• Necesitan humillar y acometer la sumisión de su pareja para sentirse bien y superiores.
• Es frecuente que tengan carencias afectivas y problemáticas de características similares que arrastran de su infancia o de su etapa adolescente.
• Tienen celos patológicos.
• No son capaces de demostrar sus sentimientos.
Además de todo ello habría que señalar que la violencia intrafamiliar que tiene lugar en cualquier hogar suele estar conformada por tres fases claramente diferenciadas:
• Una primera etapa donde se va produciendo lo que es una acumulación de tensión, donde toman protagonismo desde episodios de celos pasando por faltas de respeto verbales o discusiones fuera de toda normalidad.
• En la segunda fase es en la que se produce el episodio agudo de violencia, donde esta se manifiesta a través de golpes de manera habitual.
• La última etapa de la violencia intrafamiliar es la que se conoce por el nombre de Luna de Miel, ya que el maltratador se calma, muestra cierto arrepentimiento e incluso procede a llevar a cabo continuas muestras de cariño y de amor hacia su víctima.
Pese a que este tipo de violencia se encuentra penado por la ley, estos delitos no suelen ser denunciados ya que las víctimas pueden sentir vergüenza, temor o culpa por delatar a un familiar. Los expertos, sin embargo, insisten y recomiendan a las víctimas que superen el miedo y hagan las denuncias correspondientes para romper con el vínculo violento.
En el mes de septiembre se denunciaron en Sinaloa 134 incidentes de Violencia intrafamiliar, menos de los 159 de 2013 pero más que los 133 de la media de los últimos años y muy lejos de la meta de 100 por lo que el semáforo sigue en rojo. El municipio de Culiacán registró 47 incidentes y el de Mazatlán 24, ambos por arriba de la media, adicionalmente, para todo el estado en el acumulado anual se ha incrementado la violencia intrafamiliar un 10% con respecto a 2013 y 34% con respecto a la media de los últimos años.
Para conocer a más detalle estos números les recomendamos visitar la página del Semáforo Delictivo de Sinaloa en http://www.sinaloa.semaforo.com.mx
Si verdaderamente deseamos tener un mejor estado, sin duda tenemos que trabajar mucho para disminuir la violencia en nuestros hogares, los agresores deben someterse a tratamiento especializado si en verdad desean cambiar, pero también es importante que se denuncien este tipo de abusos, ya que si hoy se permiten, nuestros hijos podrían repetir el patrón, ya sea agrediendo o aceptando la agresión, y este es un círculo vicioso que tenemos que romper.