(EL DEBATE/Claudia M. Zazueta) Los fuertes rayos del Sol no fueron impedimento para que cientos de creyentes subieran desde temprana hora del día los 155 escalones del templo de ‘La Lomita’.
El propósito sólo era uno: cumplir con sus mandas y llevar una ofrenda en su día a la Virgen de Guadalupe.
Con un rostro lleno de fe y agradecimiento, niños, jóvenes y adultos vestidos de ‘inditos’ arribaron al lugar, donde la multitud no fue obstáculo para poderse acercar hasta el altar a dejar una veladora a la Virgen.
Desde la entrada al templo los asistentes se podían percatar que su visita no era la de un día cualquiera, pues el olor a flores y sirios se sentía fuerte en el ambiente.
El coro de los cantos no sólo retumbaba a los adentros de la iglesia, también hacía eco a sus alrededores, donde al término de cada misa todas las voces se unían en una sola para cantar las tradicionales Mañanitas.
EL MILAGRO.
Entre los asistentes se encontraba María Antonia Sarabia, quien a sus 63 años se organizó junto con su familia para salir desde La Cruz de Elota rumbo a ‘La Lomita’.
Desde que formó su familia, María promovió esta tradición en cada uno de sus hijos; hoy ha llegado hasta sus nietos, pero esta fue una ocasión muy especial.
Llena de entusiasmo, compartió que por primera vez asistían al templo con vestimenta de indios: la razón, un milagro que los hizo creer aún más en la Virgencita.
“Ya era creyente, pero ella me demostró que siempre está al pendiente de mí y la vida sigue para adelante”, dijo.
Hace un año María detectó una bolita en su mano izquierda, los doctores le comentaron que si su tamaño crecía podía ser peligroso.
Sin embargo, su fe en la Virgen de Guadalupe la llevó a pedirle el milagro de la recuperación.
“Yo hice un compromiso con ella, si la bolita desaparecía aquí me tendría con todo y familia dándole las gracias, hoy vine a cumplir”, dijo.
Al igual que ella, otras personas que acudieron al templo comentaron que la Guadalupana no sólo hace milagros que tiene que ver con mantener tu buen estado de salud.
También apoya en cuestiones de trabajo y protección a la familia.
“No ocupa suceder una tragedia para que uno suba los escalones de ‘La Lomita’ vestido de ‘indito’. Mi familia y yo siempre venimos a agradecerle que nos mantiene unidos, con trabajo, y que gracias a nuestra fe nunca nos ha pasado nada malo”, dijo Selene Rodríguez.
