"Promoviendo la Participación Ciudadana"

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Los excesos politicos.

El presente proceso electoral es atípico, está pensando desde las dirigencias partidistas, encierra un
profundo menosprecio a los militantes, y no les significa nada los principios y valores éticos y morales
de las organizaciones. Las presentes candidaturas están construidas para conservar el poder político de
los grupos, sin pensar en servir a los ciudadanos, a los que no le ofrecen el más mínimo respeto a sus aspiraciones y demandas democráticas. En el caso del PAN, los excesos están originando profundas molestias, primero porque hay rompimiento entre los miembros que sostuvieron con prestigio y vida al partido y fueron marginados. Una gran parte de los militantes no están de acuerdo con la forma como está dirigiendo Edgardo Burgos Marentes la organización. Tampoco validan que el Gobernador Mario López Valdez decida por ellos. Y el colmo fue el arribo de Felipe Manzanárez a formar parte de dicho partido. El grave problema del PAN es que está tocando fondo, su sobrevivencia depende prácticamente de que Enrique Peña Nieto los mantenga dentro del Pacto, que les concedan algunos "triunfos" políticos para mantenerlos a flote y que le sirva para la consolidación de su proyecto de Gobierno. En Sinaloa es obvio que habrá un voto que emigrará del PAN, que expresará su profunda inconformidad y que puede reflejarse en el triunfo o en las derrotas. En el PRI está ocurriendo algo parecido. Los "malos" ahora tomaron el control político y "los buenos" fueron desplazados
El Pacto por México "ideal" Bernardo Ardavín Migoni (yoinfluyo.com)
El expresidente del PRD, Jesús Ortega, líder de la corriente Nueva Izquierda y uno de los “chuchos” en cuyas manos ha estado la estructura del partido durante muchos años, escribió: “si se leen los compromisos del Pacto por México se podrá observar que esencialmente buscan restablecer la autoridad y la fortaleza del Estado mexicano, a partir de (los cambios necesarios para) que éste recupere sus responsabilidades, sus facultades y obligaciones constitucionales”. Es evidente que los firmantes del pacto sabían que con la agenda acordada se afectarían intereses poderosos y que, por tanto, las resistencias serían múltiples, enérgicas y hasta violentas. Quizás pudiéramos considerar que el pacto, como todo en esta vida, no debiera tener una duración indefinida sino que se terminara en un plazo acordado, fijando un término con una salida concertada en el cuerpo del acuerdo. Podría ser un plazo -quizás dos o tres años-, o podría ser el cumplimiento de algunos cambios sustantivos como la reforma política, la energética y la hacendaria, por ejemplo. En el seno de los partidos rara vez se impugna el contenido del pacto porque buena parte de él se encuentra en las propias plataformas de los institutos políticos que han firmado. Por ello, sus quejas más bien están enderezadas contra las supuestas ventajas que podrían adquirir un partido u otro, mediante la vigencia y cumplimiento del acuerdo. Curiosamente tampoco los afectados por el pacto que no pertenecen a los partidos -entre ellos los llamados poderes fácticos- han rechazado su contenido, porque evidentemente se identifica con el reclamo de cambios que han sido exigidos, sin éxito, por la sociedad durante muchos años. Más bien sus protestas se han dirigido en contra de los textos legales de las iniciativas que han surgido de los compromisos del Pacto, en acciones que han instrumentado con el apoyo de algunos grupos de legisladores. En algunos casos los legisladores que se han pronunciado en contra del pacto se han quejado de que los pactantes han pretendiendo hacerlos a un lado y sustituirlos, lamentación absurda porque en ningún caso se les ha impuesto el contenido del acuerdo que ha dado lugar, ciertamente, a algunas iniciativas de ley exitosas, pero que forzosamente han tenido que pasar por la criba del Congreso que ha debido analizar, discutir, modificar y en su caso aprobar las nuevas leyes. En abono de respeto al congreso se ha dado una actuación escrupulosa del presidente Peña Nieto para evitar la interpretación de que existe una imposición de los firmantes del pacto a los legisladores. Eso probablemente determinó que no hiciera uso de su privilegio para introducir las dos iniciativas preferentes para impulsar parte del contenido del pacto. El ejecutivo decidió seguir el procedimiento ordinario para reformas tan importantes como la de educación y la de telecomunicaciones. Carlos Ramírez presentó la hipótesis de que el pacto fue firmado de manera errónea entre los partidos políticos cuando, según él, -siguiendo en alguna dosis las teorías del politólogo Angelo Panebianco- debiera haber sido firmado entre las fracciones partidistas representadas en el Congreso. El politólogo italiano citado que es maestro en universidades norteamericanas, sin poderse desprender en sus análisis de las categorías modernas que todo lo reducen a las pugnas por el poder -de manera justificada atendiendo a la lamentable realidad que padecen nuestras sociedades modernas-, habla de partidos fuertemente institucionalizados en los cuales se decide en la cúpula y se opera a través de los grupos parlamentarios y por otro lado los partidos débilmente institucionalizados en los cuales el poder se concentra en las fracciones parlamentarias. Concluye Ramírez que este segundo es el modelo de los partidos mexicanos. Francamente, contemplando la realidad y dejando un poco de lado las teorías que no son más que eso, se ve difícil que las fracciones parlamentarias del PAN y del PRD, que además están divididas en las cámaras de senadores y diputados, con liderazgos fraccionados y en no pocas ocasiones contrapuestos, pudieran haber logrado alguna suerte de consenso para aprobar algo parecido a la agenda del pacto de marras.
13 de Mayo de 2013
por una decisión de la elite dirigente que desea arreglar los
conflictos poniéndose de acuerdo entre los grupos. Esto creo que no será así, hay inconformidad que se ha manifestado en los registros de los candidatos y rechazo a candidaturas. En el caso del PRD la tragedia es mayor porque nada puede hacer solo, quedaría rezagado y no le alcanzaría para tener presencia en el Congreso del Estado, aunque tendría la posibilidad de ganar algunos regidores. De no desesperarse Héctor Melesio Cuén Ojeda, dirigente estatal del Partido Sinaloense, puede tener algunos candidatos importantes, competitivos y producto de esos desprendimientos motivados por la inconformidad.
Brechando
...En la lista plurinominal, al parecer estará encabezada por Jesús Enrique Hernández Chávez, le sigue Margarita Villaescusa, en tercer lugar estará Jesús Burgos Pinto y en cuarto lugar, Sandra Lara y José Mendívil Zazueta.
...El próximo viernes 17, sábado 18 y domingo 19, los miembros de la Generación Centenario de Licenciados en Derecho 1968-1973 se reunirán para fortalecer sus lazos de amistad, aprovechando el entorno del 140 Aniversario de la Universidad Autónoma de Sinaloa.
...Esta generación ha tenido miembros muy distinguidos, entre sus organizadores están Gilberto Zazueta Beltrán, Josefina García Ruiz, Rodolfo Pérez Ruiz, Alejandrina Rubio Lara. De esta generación forma parte Florentino Castro y la doctora en derecho Norma Corona Sapiens, que será recordada con guardia de honor y ofrenda floral.