Carlos Puig (Milenio)
Paradojas de la guerra, el gobierno que decidió —para bien— desterrar la utilización de alías para hablar de los criminales ha obtenido su primer triunfo indiscutible con alguien a quien nadie identificaría por su nombre, Miguel Ángel Treviño.
La captura del líder zeta llega justo a tiempo para un gobierno que comenzaba a agotar su bono. El más reciente lío con el número de secuestros y el cansino conteo mensual de homicidios, que apenas y se mueve, comenzaba a dar la sensación de que nada había cambiado entre un sexenio y otro. La necesaria intervención en Michoacán solo había aumentado esa extraña sensación de déjà vu.
Desde la transición, el equipo más cercano al Presidente se había planteado la necesidad de algunos “éxitos tempranos” en la lucha contra la violencia que les compraran tiempo para que otras estrategias de largo aliento, como la de prevención, tuvieran algunos efectos. Los Zetas eran ideales. La última parte del sexenio anterior las fuerzas del Estado se habían concentrado en disminuir al que consideraban como el más violento de todos los cárteles y que había provocado, por su afán expansionista, violencia y muerte en muchos estados de la República.
Presidente con suerte, Peña Nieto puede presumir la captura de un objetivo de alto impacto en el primer año de su sexenio. No cae nada mal que la captura llegue en tiempos en que alrededor del mundo se comienza a dudar de que se logren las reformas económicas que emocionaron a principios del año y cuando el Pacto por México se sigue llenando de condicionantes previas.
Dicen los que saben de esto que la embestida en contra de Los Zetas de los últimos meses, la reciente captura o muerte de sus lugartenientes y socios, tenía a Treviño viviendo un poco a salto de mata, y su captura era cuestión de tiempo. Para Los Pinos eso no importa. Ninguna captura individual tendrá demasiados efectos en el tráfico de drogas, tal vez, y por desgracia, tampoco en la violencia.
El valor de El Z40 es otro y es enorme. Permite respirar por unos meses a los estrategas y operadores de los asuntos de seguridad del gobierno. A lo mejor en estos días aprovechan para que conozcamos la estrategia.